Lara Farías: quien siga creyendo en Guaidó y compañía necesita un psiquiatra (+Video)

Radicado en el exterior, Alemania, el opositor venezolano (adeco) Daniel Lara Farías sigue cuestionando a la derecha de su país. Especialmente al sector que «dirige» el autoproclamado Juan Guaidó. En el espacio que comparte con la periodista Patricia Poleo dijo que después tanto engaño de ese sector (no es lo mucho sino lo seguido, dice el refranero popular), solo le queda decir «que quien siga creyendo a esa clase política falsaria y prostibularia necesita un psiquiatra».

Así lo consideró, a propósito de cumplirse 3 años del «plebiscito» que, de manera ilegal e inconstitucional, organizó la derecha. Una farsa llevada a cabo en medio de una ola de violencia sin precedentes (guarimbas).

«Se están cumpliendo tres años de la estafa del plebiscito en el cual pusieron a estos muchachitos entalcados del Paparoni, del Pizarro, Gaby Arellano, Freddy Guevara y todos los demás a convencernos de que había que votar». Todo bajo la excusa de una «supuesta gesta», cuestionó Lara Farías.

Aseguró que el supuesto «gobierno interino» de Guaidó es un «mamotreto», «la estafa más grande que se ha vivido en Venezuela en los últimos 50 años, que para lo único que ha servido es para que la familia Guaidó Márquez abandonara su pasado de Corapal y se fuera para Coral Gables (en Estados Unidos)«.

Hace un mes, Lara Farías, dijo que Guaidó hace parte de un círculo de carcamanes que si «los meten en una licuadora, no sale ni una gota buena». «Todos ustedes son unos malandros, delincuentes, que lo que quieren es impunidad», sentenció.

«Consulta» inconstitucional

El pasado 15 de julio de 2017, la oposición al gobierno constitucional desarrolló un supuesto plebiscito contra el presidente legítimamente electo, Nicolás Maduro. Fue una «consulta» no vinculante convocada por un Parlamento ilegítimo declarado en desacato. No tuvo el aval del Consejo Nacional Electoral (CNE), único ente rector en materia comicial del país. Se hizo con una data viciada de la derecha y es además una figura que no está prevista en la Carta Magna. Ocurrió cuando aún las guarimbas, el plan golpista más sanguinario de los últimos tiempos, no terminaban de extinguirse y el Gobierno se alistaba para la elección de una nueva Asamblea Nacional Constituyente el 30 de julio de ese mismo año.