La emblemática Universidad Central de Venezuela (UCV) sigue técnicamente parada. Como se dice popularmente: «ni lava ni presta la batea». Esto porque no hay clases presenciales, lo que se justifica por la pandemia de covid-19. Pero tampoco se han retomado las actividades, bajo un esquema semipresencial o a distancia, como instruyó el ministro del Poder Popular de Educación Universitaria, César Trompiz, el pasado mes de septiembre.
De hecho, en aquella oportunidad, las autoridades de la «Casa que vence la sombra», fieles a su tradición obstruccionista, informaron que no acatarían el llamado del ministro Trompiz. Por lo tanto mantendrían, como en efecto ha sucedido, la suspensión del proceso formativo.
“Los 11 decanos decidieron por unanimidad no iniciar actividades presenciales ni semipresenciales en esta casa de estudios el 16 de septiembre, hasta que las condiciones de riesgo y contagio inherentes al covid-19 disminuyan», referían en un comunicado oficial.
No obstante, tras un verdadero acto de bifrontismo declarativo, la comunidad estudiantil y la opinión pública han quedado estupefactos. El vicerrector académico de la UCV, Nicolás Bianco, efectuó un rimbombante anuncio: la «UCV lidera modalidad de educación a distancia en el país».
Revuelo en twitter
La aseveración de Bianco no cayó nada bien en predios de la comunidad estudiantil, seriamente afectada por la prolongada parálisis, así como por la cavernaria negativa de acogerse a las múltiples ventajas de las nuevas Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC).
En serio? Derecho no ve clases desde marzo
— Johmar Pineda (@johmar_pineda) November 23, 2020
El anuncio de Bianco fue tomado como un ejemplo de humor negro, dada la inactividad de la gran mayoría de las escuelas y facultades de la UCV.
La UCV lideriza la modalidad de educación a distancia…las cosas que uno le toca leer en el mundo…le pregunto: ¿De verdad?… jajajajajaja.
— Marluis Brizuela (@MarluisB) November 23, 2020
Situación que corroboran con su angustia los estudiantes de la Escuela de Comunicación Social (ECS) de la UCV, quienes claman por clases semipresenciales, para que no se pierdan los semestres de este año 2020.
«Ante la imposibilidad para retomar actividades presenciales en septiembre, la representación estudiantil ha trabajado en una propuesta para reiniciar actividades a distancia en los últimos meses del año». Esto explican los integrantes del Centro de Estudiantes de la ECS, GeneracioneECS. Tampoco se explican cómo después de tantos meses parados, no se termina de adoptar el esquema teletrabajo o teleeducación.
También han efectuado varios cuestionamientos a través del Twitter con la sugerente etiqueta: #UCVEnLaSombra.
El 'semestre experimental' que aprobó el CE de la ECS.
¿A quién beneficia?#UCVEnLaSombra pic.twitter.com/MA2GjoPF0M
— Logos ECS-UCV (@LogosECS) October 5, 2020
En Medicina y Derecho están igual
Un reclamo similar mantiene la representante estudiantil ante el Consejo de Facultad de Medicina, Ángela de Freitas.
«Desde el mes de abril, y con mayor énfasis, en las últimas tres sesiones del Consejo de Facultad hemos intentado tocar el punto también de evaluaciones a distancia, sin éxito alguno; ya que las autoridades decanales difieren su discusión”, ha denunciado la joven dirigente.
Por su parte, los estudiantes de Derecho de la UCV también ven con preocupación la negativa de las autoridades universitarias de permitir las clases a distancia. Desde marzo de este año 2020 están completamente suspendidas las actividades.
La estudiante de derecho, Angie Montero, denunció que han pasado 253 días sin clases. Situación que afecta seriamente a una población de 300 graduandos y 1 mil 800 estudiantes. Exigen respuesta acerca de la petición de iniciar las clases a distancia, para poder culminar el año académico.
De manera, que la altisonante declaración del profesor Bianco, para nada se corresponde con la realidad que padecen los estudiantes. Por otro lado, la rectora, Cecilia García Arocha, quien se mantiene inamovible en el cargo desde hace 12 años; no ha realizado ningún pronunciamiento al respecto.
¿Qué habrá sido del inquebrantable espíritu combativo de nuestra entrañable UCV?, todo parece indicar que la miopía y la soberbia mantienen a una institución otrora faro de luz, en la peor de las oscuranas.
Algunas respuestas de los ucevistas