En Sao Paulo sobran los enfermos de covid-19 y faltan las camas para atenderlos. El sistema sanitario público y privado está a poco de alcanzar el límite de ocupación, configurando la metáfora dramática de parecer una situación de guerra.
La ciudad más rica de Brasil, con el sistema de salud más consolidado, no se da abasto a la demanda de camas y unidades de cuidados intensivos. Los médicos enfrentan el problema complejo de ver cómo los pacientes demoran más que antes en recuperarse.
Brasil es en la actualidad el epicentro de la enfermedad con un ritmo de contagios diarios que superó lo que se venía registrando en los EE.UU., el país con más casos y fallecidos.
El panorama del país sudamericano se agudizó con la propagación de la variante local P1, la cual sería más contagiosa y agresiva.
El cuadro sanitario de Sao Paulo es un mensaje desalentador para el país. La ciudad con más recursos ya está sobrepasada, dejando al resto rezando por la compasión de Dios.
Medios internacionales destacan que los médicos observan que los jóvenes se están enfermando más que antes; y que se están quedando sin espacios disponibles para habilitar nuevas camas.
Este jueves Brasil confirmó casi 87 mil nuevos contagios, la segunda cifra más alta desde el comienzo de la pandemia. Mientras tanto la cifra de fallecidos fue de 2.274, y 659 fueron solo en el estado de Sao Paulo.
Lo que sucede en el centro financiero de Brasil recuerda al drama de Manaos; y reafirma que el virus no se detiene en consideraciones económicas para tomar a sus víctimas.
El personal sanitario, abrumado por la situación que roza el colapso, advierte que la crisis no se superará con más camas sino con más conciencia de las personas hacia la enfermedad.