El organismo rector de la natación mundial, la FINA, votó el domingo a favor de restringir la participación de los atletas transgénero en las competiciones femeninas de élite y crear un grupo de trabajo para establecer una categoría «abierta» para ellos en algunos eventos como parte de su nueva política.
La decisión se tomó durante el congreso general extraordinario de la FINA, al margen de los campeonatos mundiales de Budapest, después de que los miembros escucharan un informe de un grupo de trabajo sobre transexualidad compuesto por destacadas figuras médicas, jurídicas y deportivas.
La nueva política exigirá que los competidores transgénero hayan completado su transición antes de los 12 años para poder competir en las competiciones femeninas. La política se aprobó con una mayoría de aproximadamente el 71% tras ser sometida a los miembros de 152 federaciones nacionales con derecho a voto que se habían reunido para el congreso en el Puskas Arena.
La posibilidad de crear una nueva categoría
«Estamos ante dos objetivos, que es la inclusividad, y el segundo es la equidad. Tenemos que asegurar ambos», explicó uno de los abogados. «La inclusión es el principio más importante, como me pasó a mí cuando en 2001 dejé Malawi y fui a Australia. Pero hay otra piedra angular, que es la equidad en el deporte de élite. Ganar y perder va de la mano de las políticas. A veces la victoria depende de milésimas. La gente ve deporte porque es inclusión y equidad. No pueden estar por separado», declaró Cate Campbell, la nadadora australiana, campeona olímpica.