Durante la clausura de la XX Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), el presidente venezolano, Nicolás Maduro, reiteró la importancia de consolidar la unión a través del bloque regional y advirtió sobre la naturaleza de la política estadounidense.
En ese sentido, el jefe de Estado exhortó a “que nadie se llame a engaño” con respecto a los intereses y ambiciones de la Casa Blanca en el marco de las relaciones internacionales y todos los mecanismos que en ese sentido se mantienen activos desde las altas esferas de poder de Washington.
“Siguen viéndonos como el patio trasero. Aunque algunos niegan la Doctrina Monroe en el discurso, es la que se impone cuando toman decisiones sobre Nicaragua, Cuba, Bolivia, Venezuela; sobre America Latina y el Caribe”, manifestó Maduro.
Esas reflexiones sobre la política estadounidense las hizo Maduro al participar en un acto cultural en la clausura de la XX Cumbre el ALBA-TCP, el cual se desarrolló en el Palacio de las Convenciones de La Habana, capital de la República de Cuba.
ALBA: Economía y producción
Tal como lo planteó entre las propuestas a lo largo de la reunión del ALBA, el jefe de Estado venezolano hizo énfasis nuevamente en la necesidad de colocar el tema monetario, económico y productivo en el centro de las decisiones y la agenda.
Recordó que se aprobó un plan de trabajo para el año 2022, en el seno del la Alianza Bolivariana, con el objetivo de promover y consolidar el desarrollo, la estabilidad y el bienestar de los pueblos en la nueva etapa del bloque de cooperación creado por Hugo Chávez y Fidel Castro.
“Apuntar en la dirección económica para producir alimentos, medicamentos bienes y servicios; rescatar el Consejo Económico del ALBA y le agregamos los temas actuales de las criptomonedas, de las monedas virtuales. Si somos capaces de hacer una reingeniería y expansión de las capacidades del Banco del ALBA, es que lo tenemos ahí todo”, detalló Maduro.
De igual forma, ratificó que sólo juntos será posible el sueño del desarrollo, de la estabilidad y del bienestar de los pueblos. Por el contrario aseveró que si los pueblos del ALBA tratan de avanzar por separado; jamás lograrán bases sólidas, permanentes, verdaderas “de lo que llamamos nosotros el vivir viviendo”.
También acotó que “no es una alianza bélica, amenazante o para disputar territorios por riquezas. Sino que es una alianza para la paz y por eso es una alianza bolivariana para los pueblos, no para gobiernos, élites o grupos políticos”.