La prohibición de documentos y matrículas serbias en territorio vecino, el bloqueo de los pasos fronterizos y carreteras, escala la tensión entre ambas naciones.
La tensión bélica entre Kosovo y Serbia vive una nueva escalada, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, afirmó este domingo que el Ejército Kosovo planea realizar un ataque contra la población serbia que vive en el norte de la provincia autónoma de Kosovo y Metojia.
«La atmósfera se ha caldeado y los serbios no sufrirán más atrocidades, afirmó el mandatario».
Al mismo tiempo, pidió a las grandes potencias que reconocieron la autoproclamada independencia del territorio de kosovo que presten un poco de atención a la ley y la realidad sobre el terreno y no permitir que sus pupilos causen conflictos.
Los comentarios de Vucic se produjeron cuando Pristina, capital de Kosovo, se preparaba para implementar una controvertida ley que exige que los serbios que viven en el territorio en disputa reemplacen sus registros de vehículos emitidos por Serbia con placas de Kosovo a partir del lunes.
Además, Kosovo también puede requerir el reemplazo de otros tipos de documentos, como tarjetas de identificación, y podría intentar prohibir la entrada de viajeros con documentos emitidos por Belgrado, capital de Serbia.
¿Se pronuncia la Otan?
La Fuerza Internacional de Seguridad para Kosovo (KFOR) -que tiene una de las mayores bases militares del mundo en Kosovo- resalta que su mando está en contacto con todos sus principales interlocutores, incluidos representantes de organizaciones de seguridad de Kosovo y el Jefe de la Defensa Serbia y que continuará ofreciendo su apoyo a la normalización del proceso entre Pristina y Belgrado.
La KFOR de la OTAN ha dicho, a la luz de esta crisis, que está dispuesta a intervenir si se pone en peligro la estabilidad en el norte de Kosovo. A través de un comunicado difundido a través de Twitter y tras admitir que “la seguridad en el norte de Kosovo es tensa”, la KFOR señala que “tomará todas las medidas necesarias para mantener un entorno seguro en Kosovo en todo momento, de acuerdo con su mandato de las Naciones Unidas”, emanado de la resolución 1244 de 1999.
“No habrá perspectivas reales para un mejor futuro en los Balcanes sin un respeto total a los derechos humanos y valores democráticos, estado de derecho, reformas internas, y buenas relaciones vecinales. El diálogo constructivo es la llave para la estabilidad regional” concluye.