Analicemos nuestra realidad actual y veamos las oportunidades que tenemos como juventud respecto al escenario del que viene el país. Si bien es cierto que la guerra económica y las sanciones contra Venezuela han causado un gran daño social, que ha afectado de manera significativa a la juventud, también es cierto que desde el 2010 al 2040 estaremos viviendo un bono demográfico[1], lo que significa que la población en edad de trabajar es mayor que la población dependiente (económicamente hablando), por cuanto la potencialidad productiva de nuestro país es mucho mayor en este tiempo, seremos aproximadamente 23 millones de personas aptas para el trabajo, con una población total de 35 millones de habitantes. Al respecto Haiman El Troudi asegura que:
«Durante esta ventana de oportunidad, más personas pueden potencialmente producir más, ahorrar más, invertir más, incrementar sus capacidades humanas y mejorar sus condiciones de vida. Pero ello se dará si y sólo si, tienen capacidades adecuadas de salud, educación, empleo productivo, en fin, si se logran las metas del eco-desarrollo humano integral».
Entendiendo esto, queda claro que el ataque del imperialismo no es solo contra el Gobierno Bolivariano, sino contra el desarrollo mismo de Venezuela. El imperialismo ataca a la juventud venezolana. En este contexto es menester recuperar las garantías sociales, económicas y políticas que la constitución nos ofrece a través del fortalecimiento del Estado de derecho y de justicia, así como del trabajo articulado de todas las fuerzas patrióticas, que apuesten por el desarrollo nacional y a una revolución económica que vaya más allá de los esquemas aplicados (con buenos o malos resultados) bajo la receta del rentismo petrolero, así venceremos al imperialismo, con nuestro propio desarrollo.
Ya la Revolución Bolivariana había garantizado las condiciones propicias para que la juventud pudiese llevar al país a la superación del subdesarrollo, el índice GINI, por ejemplo, pasó de 0.48 en 1998 a 0.39 en el 2011, los indicadores de pobreza llegaron a mínimos históricos y el Índice de Desarrollo Humano alcanzó 0,777, es decir, alcanzamos un IDH alto, por encima de la media de todo el continente, se abrieron más de 30 universidades para el pueblo. Todos estos datos expresan los logros de una pujante revolución que acabó con el analfabetismo y el hambre, aseguró la educación gratuita en todos los niveles y adelantó uno de los programas de vivienda social más eficiente del mundo, todo esto por una redistribución de carácter social de la renta petrolera. No obstante, luego de las sanciones todo el recurso que se utilizaba para tales fines fue limitado a su mínima expresión gracias a las artimañas de aquellos que pretendedieron hacerse del país a través de su despojo.
Queda claro entonces que las garantías que la Revolución Bolivariana le dió al pueblo venezolano y a su juventud están golpeadas, pues la fuente de riqueza más importante del país fue bloqueada por el imperialismo norteamericano en un intento de aplastar el modelo de desarrollo planteado por Chávez. No obstante, luego de una intensa lucha por superar la guerra económica, que nos llevó al combate por la soberanía alimentaría y la producción nacional, se ha asegurado el abastecimiento nacional a través de la activación de las fuerzas productivas en todos los niveles y de una estrategia diplomática que ha garantizado la paz y nuevas alianzas en el mundo. Desde acuerdos tácticos con el sector privado de la economía, dedicado a la agricultura y la ganadería, hasta la activación de la agricultura urbana, familiar y comunal en todas las comunidades del país junto al poder popular, han garantizado el alimento al pueblo venezolano.
También las relaciones con países como Rusia, China, Irán y Turquía han sido fundamentales desde el punto de vista comercial, económico, educativo y militar. Teniendo en cuenta que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela sigue siendo Nicolás Maduro Moras y que ya existen indicadores de crecimiento económico en el país, podemos decir que ha sido una época de resistencia victoriosa frente al imperialismo.
La escasez provocada por las sanciones económicas contra Venezuela nos ha hecho reflexionar como sociedad en la importancia de producir. En tal sentido, ya los cuadros de la juventud no solo debemos formarnos políticamente, sino que es vital que podamos avanzar en la formación técnica en áreas fundamentales como la agricultura, la construcción y la industria.
En estas circunstancias, el poder popular con conciencia de clase debe organizarse en función de producir y recuperar las empresas del país e impulsar la industrialización de la comuna, sólo así podremos dar el impulso necesario que determine una revolución económica socialista mucho más radical que la vista hasta ahora, pues no basta con resistir, tenemos que aportar por avanzar y ser ejemplo de desarrollo en el continente.
Es por ello que el presidente Nicolás Maduro ha visto en este contexto una Nueva Etapa de Transición al Socialismo, y eso debe incluir la eficiencia de las instituciones del Estado, pero sobre todo la eficacia política de las estructuras del partido y del poder popular. De lo contrario, la orientación que enciende –nuevamente– los motores del socialismo corre el riesgo de transformarse en panfleto y no en praxis revolucionaria.
La juventud chavista debe ser la primera contralora en este proceso, pues el llamado del presidente no solo apunta a la superación de casi una década de fuertes embates y resistencia popular, sino a la construcción de una nueva mayoría, donde nuevos valores se expresen a través de la juventud y su forma de hacer política. En tal sentido, Nicolás Maduro, primer presidente chavista de la República Bolivariana de Venezuela, nos invita a ser garantes de los valores del chavismo en la nueva época y encender la antorcha de la esperanza con una fuerza renovada y renovadora, pues en nuestro desarrollo está la prueba de que podemos construir un mundo nuevo.
Para culminar, te recomiendo ahondar en estas ideas en el libro “Organizar el vendaval: la juventud en la nueva etapa de transición al socialismo”, el cual podrás descargar de forma gratuita en el siguiente link: Organizar el vendaval. La juventud en la nueva etapa – Vadell Hermanos Editores (vadellhnoseditores.com.ve)
[1] El Troudi, Haiman. Rescatado el 21 de junio de 2022 de Venezuela en plena Transición Demográfica – Haiman El Troudi
DAVID GÓMEZ RODRÍGUEZ
@davidgomez_rodriguez