Este jueves 20 de agosto se dio a conocer la lamentable noticia del fallecimiento del joven revolucionario, comunicador audiovisual, artista urbano, luchador social y comisionado presidencial para la paz y la vida, Miguel Mejías, conocido como «Sancochopagüer».
Versiones extraoficiales informaron que encontraron a Mejías sin signos vitales en un apartamento, en Sabana Grande, Caracas. En el lugar hicieron acto de presencia conocidos del joven militante y cuerpos de seguridad para dar con el motivo del fallecimiento. No obstante, otras versiones informaron que sufrió un infarto; sin embargo, se espera la declaración oficial.
¿Quién es «Sancochopagüer»?
Oriundo del barrio Santa Rita, estado Aragua, fue uno de los fundadores del colectivo de jóvenes creadores de las zonas populares «Otro Beta». Utilizó su propia experiencia de vida como ejemplo de que el arte urbano y la creación comunitaria son vías para transformar las realidades de los barrios.
En una oportunidad, Mejías experimentó la vivencia de la prisión, al haber estado recluido en la cárcel de Tocorón, pese a su inocencia. El diario Correo del Orinoco recogió su testimonio en el que declaró: «Allí conocí realidades muy fuertes. Eso es duro dentro de los penales, hay demasiada gente inocente tras las rejas. Pienso que estar preso es demasiado horrible», contó, no sin agregar que se debía trabajar incansablemente por la reinserción social de los jóvenes que caen en la delincuencia; a quienes se les debe ofrecer oportunidades de trabajo y una sana recreación.
Destacó que a su salida del penal profundizó su trabajo como muralista y se vinculó a otros compañeros del barrio para organizar con pocos recursos el primer Festival Otro Beta realizado en 2012, del cual se desprendió toda una movida urbana cultural.
«La Revolución no es responsabilidad de un solo hombre; nace en las casas, en el consejo comunal, en la alcaldía, en la gobernación, es de todos, si todos nos proponemos que la Revolución avance; será eterna», expresaba Mejías.
El mismo que fue candidato suplente por el circuito 2, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) por el estado Aragua en 2015; también fue nombrado comisionado presidencial por la paz y la vida, y trabajó por cientos de niños y jóvenes en aras de lograr la pacificación. Sus amigos más allegados concluyen que fue un joven militante protector de los derechos de los niños y jóvenes.
? Se unió al movimiento juvenil de Aragua. Trabajó por cientos de niños y jóvenes en aras de lograr la pacificación. pic.twitter.com/zsBJ4HUte0
— REDRADIOVE (@RedRadioVe) August 20, 2020
Mucha tristeza por la partida de mi amigo Sancocho, lo conocí en batalla, siempre con una sonrisa, siempre dispuesto, optimista, un joven al q extrañaremos siempre.En la Batalla de los Puentes lo vimos defendiendo la Revolución, ese era Sancocho. Hasta la Victoria siempre compa.
— Diosdado Cabello R (@dcabellor) August 20, 2020
Que triste e inesperada tu partida ? Hermano de la vida, de lucha, de Patria y de Revolución. ¡Hasta la Victoria Siempre @SancochopoweR! ???? pic.twitter.com/dFFWwFcHmB
— Pedro Infante A. (@pinfantea) August 20, 2020
Coño, que vaina Sancocho panita, el Miguelito, que dolorosa noticia ✊??
— florentino primera (@florentino) August 20, 2020
No puedo llorarte porque contigo todo eran risas… Te amo Gafo! pic.twitter.com/H38uUwsr5M
— LLafrancis (@carollafra) August 20, 2020
A Sancocho Power
(Miguel Mejías)
Yo nunca voy a escribir nada triste para ti porque tu lucha nunca estuvo amilanada.
Tú te conmovías con la justicia del mundo y volvías imantado a los siglos sucios para recoger el plomo de los caídos como un discípulo de la nostalgia y de la rabia.
Se queda intacta tu dignidad haciéndole grafitis de irreverencia al universo de los necios que no comprenden que el amor es el único estímulo de las revoluciones.
Tú, que hacías que lo contratiempos y las confesiones patéticas de los indolentes masticaran las piedras de su lengua, hoy tienes una montaña de omnipresencia en un hijo, una madre, una patria, un amigo y un verso.
Cada corazón que canta tu nombre tiene la certeza de la inmortalidad de los sueños, cada latido en una palabra y cada palabra es de alegría, por eso yo nunca voy a escribir nada triste para ti, porque la tristeza no existe en los días habitables del no irse nunca.
Nuestros días, el de hoy y los de siempre.
Rubén Darío Roca