Jorge Rodríguez: signo irrestricto de combate

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Cada 25 de julio, una fecha sensible toca el espíritu del pueblo revolucionario. En este día, hace 44 años, la lanza atroz del odio atravesó con la muerte el cuerpo ya herido de Jorge Rodríguez. No sólo se hirió su cuerpo. Ese grito rondó por el alma de sus compañeros y compañeras, del pueblo venezolano, de sus hijos, de su compañera de vida.

Jorge Rodríguez entregó su vida combatiendo a ese odio, su asesinato da razón a su lucha. La misma que desde su voz de estudiante levantó la palabra de protesta contra la injuria del bipartidismo de la IV República, cuando en tiempos de Rafael Caldera (Copei), buscaron cerrar la casa que vence las sombras, la Universidad Central de Venezuela (UCV).

El 8 de abril nace el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, del cual Jorge Rodríguez es fundador. En 1973 junto a Fernando Soto Rojas, Julio Escalona y David Nieves, crean la Liga Socialista organización política y de lucha armada contra la barbarie.

Jorge Rodríguez fue detenido luego de una reunión del comité de la Liga Socialista, frente al liceo Miguel Antonio Caro, en Caracas, y es enviado al retén de Los Chaguaramos.

El 24 de julio (vaya contradicción, día del nacimiento del libertador Simón Bolívar), cuando contaba con sólo 34 años, es torturado cruelmente. La canalla le reventó siete costillas, hundiendo su tórax y desprendiéndole el hígado. El 25 de julio, a raíz de esa inclemencia termina su vida en un infarto. El 27 de julio sale a la luz pública la información.

“Creen que con sus grises alumbrados, sus guardianes que no son libres, sus conciencias que son abismos de oscuridad, sus mentes que son torbellinos de maldad, pueden detener el viento de la libertad, la inmensa felicidad que sentimos por luchar”. Jorge Rodríguez

Fue un modus operandi de la llamada «democracia» de la IV: perseguir, injuriar, reprimir y torturar hasta la muerte a los revolucionarios. El pecado era soñar y luchar por un país de igualdades. La Revolución Bolivariana llega para reivindicar la lucha de tantos y tantas que entregaron su vida por una Patria nueva. Seamos como Jorge Rodríguez, levantando ese espíritu heróico que crece en la lucha junto al pueblo y su cotidianidad. Su historia emerge como estandarte y bandera, como signo irrestricto de combate.

Su hijo Jorge Rodríguez, contaba con 12 años cuando leyó un poema frente al cuerpo dormido para siempre de su padre afirmando:

«Padre, hoy te marchas cuando nos haces más falta, pero tu ejemplo revolucionario lo llevamos muy adentro, escucha en estas mis palabras el rumor del pueblo, de los desposeídos (….) Los que hoy te aportaron del camino, no saben  que están abriendo cien más, tu ejemplo revolucionario lo llevamos muy dentro (…)».

“Quienes te apartaron del camino no sabían ni saben que abrieron millones de caminos a la redención de nuestra Patria”. Delcy Rodríguez.

 


 

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