A pocos días del fin del régimen de Lenin Moreno, el exvicepresidente, Jorge Glas, obtuvo una nueva condena de 8 años de prisión. Esto tras acusarle de «coautor del delito de peculado» por presuntamente adjudicar un campo petrolero en Sucumbíos; donde el Estado ecuatoriano «perdió» 28.4 millones de dólares. Esta nueva condena, se suma al anterior señalamiento de una supuesta «asociación ilícita en el caso Odebrecht«.
El exvicepresidente de Ecuador, destituido por un «juicio político«, ha sido perseguido junto a un grupo importante de funcionarios públicos y militantes, por el gobierno de Moreno. Esto sucedió en el momento en que él mismo decidió apartarse del camino de la Revolución Ciudadana y traicionar a Rafael Correa.
Los tribunales han servido como «pantalla legal» para la persecución por razones políticas. En ellos se les han violado todos los derechos humanos y políticos. El gobierno de Lenin Moreno se ha caracterizado por perseguir, enjuiciar, apresar, secuestrar y desaparecer a los «correistas«. De hecho, el caso de Glas es uno de los más graves, ya que a él lo eligieron como vicepresidente de la República.
La mayoría de la población, rechaza la actual gestión de gobierno y eleva sus deseos del retorno de Rafael Correa y su equipo de gestión.
Pero como el pueblo sólo tiene la vía electoral para manifestar su opinión, Lenín Moreno le arrebata la esperanza. Ha quitado del tablero político a los partidos que apoyan al expresidente Correa.