El presidente de Israel, Isaac Herzog, aseguró este domingo que su país está al borde de un «colapso social y constitucional»; debido a un plan gubernamental para reducir la autoridad del poder judicial.
«Siento, todos los sentimos, que estamos en un momento previo a una confrontación, incluso una confrontación violenta. El polvorín está a punto de explotar y hermanos están a punto de alzar sus manos contra hermanos», afirmó Herzog.
En este sentido, el Presidente de Israel, pidió a sus compatriotas que «bajo ninguna circunstancia, cruzaran la línea roja de la violencia; sobre todo contra servidores públicos y funcionarios electos».
«Ya las amenazas contra nuestra nación, desde el exterior, son lo suficientemente grandes como para aumentar la tensión», expresó el mandatario.
Planes de Gobierno
En este contexto, Herzog se refiere al cambio que planea el nuevo gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que quiere aumentar el papel el gobierno en el nombramiento de jueces y limitar en gran medida la autoridad del Tribunal Supremo para revocar leyes.
«Millones de ciudadanos aquí, junto con judíos de la diáspora y grandes partidarios de Israel en todo el mundo, ven la reforma como una amenaza real para la democracia israelí«, agregó.
Estas propuestas han generado un gran rechazo en numerosos sectores de la sociedad israelí y han dado lugar a masivas manifestaciones en Tel Aviv y otras ciudades importantes.
Por ello, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este domingo al primer ministro de Israel que construya un «consenso» popular en torno a esta polémica reforma judicial, que ha sido denunciada por la Judicatura del país como un ataque al equilibrio de poderes.
«La construcción de un consenso a la hora de establecer cambios fundamentales es importante a la hora de garantizar que la gente los acepte, y puedan sostenerse por ello», mencionó Biden.