Irán es otro de los países soberanos alta y concurrentemente atacado por los Estados Unidos (EE.UU.), pero en tiempos de pandemia, le dio una lección humanitaria a Washington enviándole kits de prueba del nuevo Coronavirus (COVID-19), de fabricación nacional.
Incluso, en plena crisis mundial por el COVID-19, Estados Unidos, sancionó a 9 compañías por realizar acuerdos comerciales con petroquímicos iraníes. Sin embargo, el país persa envió estas pruebas para la detección de casos y evitar que se siga propagando el virus en la nación norteamericana, epicentro de la pandemia.
«Somos enemigos del Gobierno de EE.UU., no de su gente», indicó el director de relaciones públicas de la Universidad de Ciencias Médicas de Baqiyatallah, Hadi Zahiri, quien anunció que estos kits se entregaron a la embajada de Suiza, que es la representante en Teherán de los intereses de EE.UU.
Indica el medio iraní, HispanTV que, en un artículo publicado el lunes en el periódico ruso Kommersant, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, afirmó que es hora de que EE.UU. ponga fin a sus vergonzosas, ilegales y crueles sanciones, ya que constituyen “crímenes contra la humanidad”.
De acuerdo con Zarif, Irán tiene tal potencial en el sistema de salud, que ha sido avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, las sanciones ilegales de EE.UU. obstaculizan el acceso a los recursos financieros iraníes en el extranjero y, por ende, a medicamentos y equipo médico, lo que puede conducir a una “catástrofe humanitaria».
Muy por el contrario, los Estados Unidos, pese a no ser víctima de ninguna medida unilateral, coercitiva y criminal como las que ha impuesto a Venezuela, Irán, Rusia o Cuba, sino más bien siendo el verdugo, está viviendo una grave crisis debido a la mala gestión gubernamental sobre el Coronavirus, es el país con mayor contagios a nivel mundial, hasta este 30 de marzo se contabilizaban 160.698 casos y más de 3000 muertes.