“Cuando repites un error, ya no es un error: es una decisión” (Anónimo)
El imperialismo estadounidense sigue en su afán supremacista y prepotente, a pesar de que ya han pasado cuatro meses del proceso electoral presidencial venezolano. Viene a mostrar, por su autodenominado rol de “los únicos jueces y policías” del planeta Tierra, su total apoyo al excandidato tapa-afiche Edmundo González al declararlo como “el verdadero vencedor”. Actúan desde una dudosa legalidad, como si fueran jefes de un tribunal electoral extraterritorial.
En una declaración pública del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, asegura (sin prueba alguna) que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no ganó las elecciones presidenciales, y lo acusa de hacer trampas electorales. Es impresionante su caradurismo.
Eso significa que el martes 19 de noviembre de 2024, Estados Unidos ha reconocido formalmente al líder de la oposición venezolana, Edmundo González, como presidente electo del país tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.
Para rematar el descarado injerencismo imperial, el máximo representante diplomático estadounidense, mientras participaba en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, publicó: “El pueblo venezolano habló contundentemente el 28 de julio e hizo presidente electo a Edmundo González. La democracia exige respeto a la voluntad de los votantes”.
Ahora el gobierno saliente de Joe Biden muestra una faceta más agresiva en contra de Venezuela y comienza a presionar a todos los gobiernos de la derecha internacional para que reconozcan a Edmundo González como “el único presidente electo”, que sirve de estrategia política para ir abonando el terreno y respaldar el día 10 de enero de 2025 la autoproclamación de un gobierno interino, segunda versión Guaidó 2.0, con presidencia encargada incluida.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, criticó la declaración de Blinken y dijo en X: “El único lugar del que no puedes volver es del ridículo, dice el dicho popular. Sin embargo, Blinken, enemigo confeso de Venezuela, insiste en hacerlo de nuevo”.
OSCAR BRAVO
Politólogo
ÚN.