Inició proceso administrativo contra organizador de fiesta en el Tepuy

El ministro de Turismo, Alí Padrón Paredes, anunció este viernes que inició el procedimiento administrativo en contra del empresario Rafael Oliveros; por ser responsable de la fiesta privada realizada este fin de semana en el Tepuy Kusari.

A través de su cuenta de Twitter, Padrón indicó que junto al Ministerio para el Ecosocialismo y el presidente del Instituto Nacional de Parques (Inparques), Josué Lorca, y el empresario Rafael Oliveros se inició el proceso administrativo por la fiesta realizada en el Parque Nacional Canaima.

“Exhortamos a la población a tener una relación de protección y resguardo del ambiente. Desde @Minturvzla apoyamos el desarrollo de un turismo sostenible y sustentable en nuestra Patria”, manifestó el funcionario.

La reunión se llevó a cabo, luego que este jueves el Ministerio Público (MP) comenzara una investigación por los daños que pudo haber causado esa fiesta ilegal, celebrada en el Tepuy Kusari.

A cargo de esta investigación está el Fiscalía 87 Nacional en Defensa Ambiental, así lo informó el fiscal general, Tarek William Saab.

Desde el viernes pasado en redes sociales comenzaron a circular imágenes en las que se veían a personalidades del mundo del entretenimiento, entre ellas Osmel Sousa; disfrutando de un evento en el Parque Nacional.

La fiesta fue con motivo de celebración de los 50 años de Rafael Oliveros, director del grupo La Marea y director general de Campamento Canaima. Para este evento a los invitados los trasladaron en al menos 9 helicópteros.

Este hecho fue condenado por múltiples usuarios y organizaciones ambientalistas, que denunciaron los posibles daños ocasionados en ese espacio natural; que no es adecuado para realizar ese tipo de eventos.

Al respecto, el grupo ecologista SOS Orinoco reseñó que sobre la cumbre del Kusari Tepuy crece una vegetación de herbazal; única de estas montañas tabulares del Escudo Guayanés, caracterizada por especies de gran valor científico”.

Agregaron que esos herbazales crecen sobre suelos extremadamente pobres y rocosos, lo cual los hace muy sensibles y de difícil recuperación una vez impactados.

Son muy susceptibles a los incendios, al pisoteo, a los desechos orgánicos, y es por eso que toda actividad en principio debe estar prohibida”, dijo el grupo ecologista.

 

 


 

Ana Perdigón: