Luego de una visita controversial, precedida por una fuerte campaña comunicacional; no hubo sorpresas en el informe preliminar de la comisión de derechos humanos de la ONU, que terminó avalando una “crisis humanitaria” sin precedentes en Venezuela, lo que podría ser visto como una derrota para el gobierno de Nicolás Maduro, pero que sin duda más allá de las críticas a la gestión, reconocen el impacto negativo de las sanciones en el desarrollo de las tareas de gobierno y la vida misma de los venezolanos.
(…) me preocupa que las recientes sanciones sobre las transferencias financieras derivadas de la venta de petróleo venezolano en los Estados Unidos puedan contribuir a agravar la situación económica, con posibles repercusiones sobre los derechos básicos y el bienestar de la población” Michelle Bachelet. Alta comisionada de DDHH de la ONU
Por otro lado, resulta curioso que dicho infome no haga referencia a la violencia propiciada por sectores de oposición y que se coloque la posibilidad de diálogo, como un recurso o una responsabilidad única del gobierno venezolano; Colocando en entredicho la supuesta preocupación de la comunidad internacional por la situación económico-social de Venezuela y develando los verdaderos intereses de las actuales acciones que buscan tomar el poder político a toda costa.