En estos momentos se están cumpliendo 5 meses de una terrible fecha bélica: hace 5 meses que el Estado Sionista de Israel está cometiendo una de las peores y agresivas matanzas colectivas, a sangre fría y disfrutando mucho con el macabro morbo de asesinar a personas indefensas, que ni siquiera tienen la mínima posibilidad de poder defenderse.
Y es que el saldo de bajas o el mal llamado parte de guerra, porque en Gaza solo hay un terrible y nefasto genocidio, que se según cifras aproximadas en tan poco tiempo supera los 30 mil el número de muertos, sin incluir las miles de personas heridas y desaparecidas.
El Estado de Israel, con su banda de asesinos que paradójicamente se hace llamar “Fuerzas de Defensa”, cuando siempre han estado a la ofensiva en ésta masacre, presenta una macabra particularidad: la inmensa mayoría de las personas asesinadas (ya que no existe un enfrentamiento armado entre dos contendores, para que pueda ser calificada como una guerra) son mujeres y niños…
Las acciones del Ejército israelí está dejando un insólito mensaje: Israel quiere acabar con el futuro de Palestina, quitándole su territorio, no dejando que los niños sean adultos y que no existan mujeres palestinas para que no tengan “hijas e hijos” palestinos.
La matanza además ha contemplado el asesinato de cientos de periodistas y el personal de salud… Por un lado, no quieren que sigan dando noticias sobre los crímenes de Lesa humanidad que está cometiendo el Ejército israelí y por otro lado, están matando al personal médico que puede atender a los palestinos enfermos y heridos, producto de ésta vil masacre, en la que podemos agregar la destrucción de todos los hospitales, escuelas y sectores residenciales en la zona de Gaza…
Y si es terrible la actitud belicosa y retadora del Estado de Israel, que sin ningún tipo del “cuidando las apariencias” cuenta con el apoyo irrestricto del imperio estadounidense y gran parte de la unión europea…cómo se puede considerar los niveles de impunidad que le han permitido a Israel “actuar por la libre”, ya que en concreto, no se ha dado ningún contrapeso militar que pueda acabar con tanto “crimen sin castigo”…
En una guerra pierden todos y en los genocidios, pierden las víctimas…
OSCAR BRAVO
Politólogo
ÚN.