En medio de las polémicas posiciones homofóbicas del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, la Corte Suprema de dicho país decidió este jueves tipificar como delito similar al racismo las exclusiones, ofensas y maltratos asociados a las preferencias sexuales.
El juicio, que se inició a petición del Partido Socialista Brasileño, denunció la «omisión del Parlamento» para legislar durante 30 años sobre un tema vinculado a los derechos humanos. La sentencia, considerada como histórica para los colectivos LGBTI+, fue dictada en la sexta sesión que el Supremo ha dedicado al tema desde finales de 2018.
A pesar de la resistencia de los grupos evangélicos y religiosos del país carioca, quienes intentaron dilatar la decisión, la sentencia aclara que si bien les será permitido a sus seguidores manifestar su posición sobre las relaciones homosexuales, éstas deben estar “de acuerdo con sus libros y códigos sagrados”, sin incurrir en la discriminación, la cual podrá ser castigada por cárcel hasta de 5 años.