Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, han alcanzado un acuerdo que aplaza hasta el 16 de diciembre la prohibición de la popular aplicación TikTok en territorio estadounidense. Este entendimiento, sellado en Madrid por el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, marca un hito en la disputa tecnológica entre ambas potencias.
El acuerdo responde, según ambas partes, a intereses comunes. Para los más de 150 millones de usuarios de TikTok en Estados Unidos, esto representa un alivio temporal, pero el futuro de la plataforma sigue siendo incierto a largo plazo. La aplicación de videos cortos se ha consolidado como una de las redes sociales más influyentes a nivel mundial, a pesar de las constantes amenazas de veto en diversos países. Organizaciones de derechos humanos, asociaciones de padres y expertos en seguridad digital han advertido en repetidas ocasiones sobre los riesgos de filtración de datos que la aplicación podría presentar.
El pacto establece que la filial estadounidense de TikTok pasará a manos de empresas locales, una medida que busca disipar las persistentes dudas sobre seguridad nacional desde el año 2020. La prensa oficial china ha afirmado que el acuerdo “satisface los intereses de ambas partes”.
Una herramienta para la política y la juventud
Por su parte, las autoridades estadounidenses han adelantado que revisan ahora las licencias vinculadas a la exportación de tecnología y la propiedad intelectual. Esto representa el capítulo más reciente de una disputa que comenzó con las órdenes ejecutivas de Trump en 2020, cuando consideraba la plataforma una amenaza para la seguridad nacional. Sin embargo, el mandatario republicano ahora la valora como una herramienta útil para conectar con los jóvenes.
Con este nuevo acuerdo, la dinámica entre los dos países cambia, aunque los gigantes tecnológicos como Oracle y Amazon se mantienen como los principales interesados en adquirir la franquicia de la plataforma en el mercado estadounidense. Esto demuestra que el interés por el control de los datos y la tecnología sigue siendo un punto central en las negociaciones entre Estados Unidos y China.
La presión de Washington ha forzado a ByteDance, la empresa matriz de TikTok, a reevaluar su estructura de propiedad en Estados Unidos, un movimiento que podría sentar un precedente para otras empresas tecnológicas con sede en el extranjero. Además, la decisión destaca la importancia de la influencia política y económica en el sector digital, ya que un simple acuerdo ha logrado aplazar una prohibición que podría haber afectado a millones de usuarios y la economía digital en su totalidad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, volvieron a poner a TikToken el centro de la agenda internacional tras alcanzar un pacto que aplaza hasta el 16 de diciembre la prohibición de la aplicación en territorio estadounidense.