Guión repetido de EE.UU. dejó a Pakistán sin Primer Ministro

Al presentar denuncias en torno a la presencia de factores extranjeros en la moción de censura que lo depuso esta semana; el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, dejó el poder y aceptó el fallo de la Corte Suprema de esa nación.

En ese sentido, en las últimas semanas se registraron maniobras políticas con influencia norteamericana, luego de que Khan mantuviera una postura con la cual no condenó la operación militar especial de Rusia en Ucrania. El político depuesto también emprendió recientemente acercamientos con Moscú y Beijing.

Además, medios locales difundieron que el Primer Ministro recibió un informe. Según el documento, altos funcionarios de la Casa Blanca presionaron a diplomáticos pakistaníes al manifestar que “las relaciones con Washington mejorarían si Khan abandonada sus funciones”.

“Están sucediendo cosas injustas en Pakistán y nadie las toma en serio”, expresó el alto funcionario; en una alocución pública en la cual aceptó el veredicto. Pero con un llamado al pueblo pakistaní a “salvar el futuro de sus hijos y hacer frente a las agresiones políticas que se materializaron a través del Parlamento”, denunció el primer ministro Imran Khan.

La trampa del “impeachment”

A juzgar por las denuncias que presentó el propio primer ministro Khan, sobre la injerencia estadounidense en el proceso que adelantó el parlamento pakistaní en su contra, es evidente que se trata de otro caso en los que Washington presiona para que sus aliados repitan el guión del impeachment.

Casos similares se vivieron en la historia reciente de América Latina, por ejemplo en Paraguay, contra Fernando Lugo en el año 2012; así como en Brasil, contra Dilma Rousseff en 2016. Incluso, actualmente el Congreso del Perú insiste en sacar, por la misma vía, al mandatario Pedro Castillo.

En todos los casos, se trató de gobiernos que por alguna razón se ganaron la “antipatía” de la Casa Blanca. Acerca de Pakistán llama la atención que el primer ministro Khan viajó a Moscú a finales de febrero para concretar acuerdos de cooperación; con el intercambio de gas natural y trigo, pese a las sanciones de Estados Unidos contra Rusia.

Igualmente, desde el año 2015 Pakistán mantiene convenios para la construcción de un gigantesco gasoducto cuya entrada en funcionamiento se estimó para el año 2023, con una inversión equivalente a 2.500 millones de dólares.

 

 

 


 

José Manuel Blanco Díaz: