Guerra arancelaria: autogol del hegemón | Elio Córdova

REComendados

La economía de los Estados Unidos confronta dos desafíos estructurales de considerable envergadura: la estabilización de su déficit fiscal y la corrección del desequilibrio en su balanza comercial. La estrategia adoptada por la presente administración para mitigar estas problemáticas se articula en torno a la disminución del gasto público, la aplicación de significativas barreras arancelarias con el objetivo de restringir la importación de bienes extranjeros y la promoción de un entorno doméstico propicio para la reindustrialización de la economía.

Esta política, de carácter proteccionista y con una clara orientación hacia la negociación bilateral asimétrica, busca la subordinación de los intereses nacionales a la agenda hegemónica estadounidense. En este contexto, una respuesta individual y descoordinada por parte de los países del Sur Global podría resultar contraproducente para la defensa de sus intereses soberanos.

El retorno al made in USA luce improbable. La globalización, como fenómeno objetivo, trasciende los intentos de revertir la historia. La acumulación capitalista, en su búsqueda incesante por reducir costos y maximizar beneficios ha sido aprovechada estratégicamente por China. Desde su ingreso a la Organización Mundial del Comercio hace dos décadas, el gigante asiático se ha convertido en la fábrica global produciendo con niveles de calidad y sofisticación tecnológica que le asegura aceptación y penetración de sus productos.

Por consiguiente, el resultado de esta política implementada por los Estados Unidos podría desencadenar una guerra arancelaria con repercusiones inevitables en la operatividad de las cadenas de suministro globales y en la estructura de precios de materias primas, bienes de capital y productos finales, contexto propicio para una recesión económica de alcance global.

Así pues, nuestra perspectiva es que la decisión del Gobierno de los Estados Unidos podría exacerbar las dificultades de una economía con problemas estructurales preexistentes, que intenta abordarlos mediante intervenciones forzadas. Esta estrategia podría conducir a un relativo aislamiento de los Estados Unidos, incentivando una reestructuración del orden comercial global, donde China podría consolidar su influencia a través de la expansión de sus lazos comerciales y la penetración en nuevos mercados.

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img

Últimos Artículos

Y tú que eres feminista | Por: Carolys Pérez

Por: Carolys Helena Pérez González  ¿Cuántas veces nos hemos mirado en el espejo para preguntarnos, quién soy? Esa pregunta subjetivizadora...
- Publicidad -spot_img

Artículos Relacionados

- Advertisement -spot_img