Con su frase: ¿Cómo se atreven? para recriminar por el estado deplorable del clima y para reclamar que mejoren las políticas que favorezcan a un medio ambiente más saludable para su generación, Greta Thunberg se dio a conocer ante el mundo entero, convirtiéndose en la joven activista más popular de todos los tiempos.
Las exigencias de la sueca de 17 años y el impacto mediático que ha tenido desde la última cumbre climática, la han hecho posicionarse en lo más alto de la popularidad, pero como toda fama, viene con aspectos positivos pero también negativos.
Las acusaciones varían, pero en su mayoría está la de que ella y su familia están enriqueciéndose con su propio nombre y además con el de su propia organización Fridays For Future (FFF)
La queja ha surgido después de conocerse que han tramitado el registro oficial (petición nacional e internacional) de marca protegida comercial del nombre propio Greta Thunberg y el nombre de la organización que se ha vuelto global y que la catapultó a la fama internacional que ahora posee.
La medida permitiría acciones legales contra personas o compañías que intentan usar su nombre o los movimientos que no están en línea con sus valores.
“Les aseguro que yo y los otros huelguistas escolares no tenemos absolutamente ningún interés en las marcas registradas. Pero desafortunadamente hay que hacerlo”, dijo la joven activista en sus redes sociales.
“Mi nombre y el del movimiento #FridaysForFuture se usan constantemente para fines comerciales sin ningún tipo de consentimiento. Sucede, por ejemplo, en mercadeo, venta de productos y personas que recolectan dinero en mi nombre y en el del movimiento”.
“Fridays For Future es un movimiento global fundado por mí. Pertenece a cualquiera que participe, sobre todo a los jóvenes. No debe usarse con fines individuales o comerciales”.
Entre tanto, usuarios de las redes y activistas por el clima rechazaron esta acción y la calificaron de hipócrita con el medio ambiente.