El pasado sábado 26 de agosto del presente año, se celebraron elecciones presidenciales en la República de Gabón, país del África Central.
En medio de un clima muy tenso, el gobierno de Ali Bongo Ondimba, actual presidente, es señalado por la oposición por no participar de forma transparente en estos comicios, al extremo de decretar un toque de queda, quitar la luz y el internet para cometer un nuevo fraude como el ocurrido en el 2016.
La familia Bongo ha gobernado (1967) por más de 55 años, Omar Bongo, por 41 años y a su muerte el hijo, Ali Bongo, actual presidente de Gabón desde el 2009 por 14 años y con la clara intención de reelegirse en medio de estos cuestionados comicios electorales.
En virtud de los elementos antes descritos y con el precedente ocurrido en las pasadas elecciones donde murieron más de 30 personas, se dio un golpe de Estado militar «sin sangre» liderizado por el actual jefe de la casa presidencial y primo del presidente, el general Brice Oligui Nguema, un militar muy rico, que de inmediato nombró una junta militar la cual preside.
La Junta Militar se dirigió al país y al mundo para informar que había ordenado el cierre de las fronteras, anuló las elecciones, disolvió todas las instituciones y arrestó en la residencia oficial al presidente depuesto. Que llamaría a una nueva Constitución y Ley Electoral.
En las calles de Gabón el pueblo acompaña a la Junta Militar y a su líder el general Brice Oligui Nguema.
Albert Ondo Ossa, candidato opositor en estos comicios, levantó su voz en virtud del nuevo fraude electoral en Gabón por parte de la familia Bongo.
Cabe señalar, que estas elecciones no tuvieron veedores ni observadores internacionales.
Ali Bongo Ondimba, es señalado de varios delitos: Malversación Financiera, Tráfico de Estupefacientes, Lavado de Dinero y Traición, además de recibir sobornos de la empresa petrolera ELF.
Han sido varios los pronunciamientos en el ámbito internacional contra el golpe de Estado militar en Gabón, entre ellos: EE.UU, U.E, el secretario general de la ONU Antonio Guterres, Josep Borrell, Emmanuel Macron, entre otros. Todos rechazando el golpe militar e invitando a resguardar al depuesto presidente y su familia.
¿Qué dio origen a este inédito golpe contra la familia Bongo?
Veamos la respuesta en cifras:
268 mil km 2 de territorio.
2,3 millones de habitantes.
21.070 PIB
8.820 PIB per capital.
Más del 50% de sus ingresos lo proporciona la industria petrolera.
80 % de sus ingresos viene del petróleo.
80% ingresos de sus exportaciones.
Gabón, produce 200 mil barriles diarios de petróleo.
Y exporta 181 mil barriles al día.
Y tiene reservas probadas desde el 1931 por el orden de los 2 mil millones de barriles de petróleo lo que representa para la OPEP el 7% de su producción, de la cual forma parte desde 1.975.
Ante estas cifras no se explica como el 30% del pueblo gabonés vive en la pobreza. Es decir, que cada ciudadano en ese país vive con 5,5 dólares al día por debajo del umbral de la pobreza. Siendo el 5° productor más importante de petróleo en todo el continente africano, el segundo mayor exportador de manganeso del mundo y uno de los mayores exportadores de madera entre otros minerales.
El pueblo gabonés, cansado de la corrupción de los Bongos y de sus negocios con Francia y sus empresas en detrimento de su vida digna, levantó su voz y acompañó el mencionado golpe militar.
Esperemos que transcurran los días y veremos los acontecimientos en este continente tan acontecido desde el 2000 hasta la fecha, que en tan sólo 3 años hemos visto 8 golpes de estado, todos ocurridos en excolonias francesas que se han revelado ante el neocolonialismo que ha imperado hasta hoy.
Despierta Gabón, gritan las multitudes en sus calles.
WILMER DEPABLOS