El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras declaró a Nasry Asfura como presidente electo tras las elecciones generales de 2025, decisión que generó fuertes reacciones políticas dentro y fuera del país.
Por su parte, el presidente del Congreso hondureño calificó la proclamación como una “traición a la patria”, mientras que el candidato liberal Salvador Nasralla denunció una componenda electoral y cuestionó la transparencia del proceso.
Reacciones internacionales
La declaratoria de Asfura fue respaldada por ocho países latinoamericanos, que enviaron mensajes de felicitación por su victoria en los comicios.
Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio escribió en su cuenta en X que Washington “espera colaborar con su administración para impulsar la prosperidad y la seguridad en el hemisferio”.
Contexto político interno
El anuncio del CNE se produce en un ambiente de tensión política, marcado por denuncias de irregularidades y críticas de sectores opositores. Nasralla, principal rival de Asfura, reiteró que la proclamación responde a un acuerdo entre élites políticas y no refleja la voluntad popular.
La situación abre un nuevo capítulo en la crisis institucional hondureña, con un Congreso dividido y una oposición que promete mantener la presión en las calles y en los tribunales.
El consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras, Marlon Ochoa, denunció ante el Ministerio Público el intento de la institución de proclamar resultados sin finalizar el escrutinio de los comicios del 30 de noviembre.
Ochoa presentó diez grabaciones que, según afirmó, evidencian un fraude coordinado por los partidos tradicionales y la injerencia de Estados Unidos.
Pese a la denuncia y a la falta de procesamiento de 449 actas presidenciales, las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López aprobaron avanzar con la declaratoria oficial. Esta resolución encamina (ya se sabe) la proclamación de Nasry Asfura, del Partido Nacional, como presidente para el período 2026-2030.
Por su parte, el coordinador del partido gobernante Libre, Manuel Zelaya, calificó la medida como un «golpe de Estado electoral».
Zelaya afirmó que el CNE violenta la Constitución al cancelar el escrutinio especial y convocó a movilizaciones para defender el triunfo del alcalde de Tegucigalpa, Jorge Aldana.
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