Colombia está en crisis hace más de 3 semanas pero en la cancillería del país parece que no lo saben.
El Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano en vez de ocuparse de cómo explica al mundo los detalles de sus problemas, ha resuelto que la mejor solución es ocuparse de los problemas de otros.
La viceministra del despacho diplomático Adriana Mejía se fue lejos de Bogotá hasta Cúcuta “para conocer de primera mano la situación de refugiados y migrantes venezolanos en Norte de Santander”.
La actividad parece un evento tan inoportuno en un país con suficiente crisis como para no pensar en otra cosa, que la información del acto apenas mereció un breve tuit de la cancillería y un par de fotos sin mayores pretensiones de “salvar al mundo”.
El canciller venezolano, comentó la actividad, pero lo hizo sin necesitar muchas palabras para describir todo aquello como una literal “cortina de humo de alta intensidad”.
Cortina de humo de alta intensidad?. https://t.co/NNYPpIjVpP
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) May 21, 2021
Exhorto de los organismos internacionales
Las protestas en Colombia le han costado la vida a más de 50 personas e incluso ha concitado la atención de organismos como Amnistía Internacional.
Esta última institución exhorta al gobierno de EE.UU. a detener todo tipo de cooperación con la policía del vecino país ya que la administración de Duque despliega una feroz represión contra su población.
De forma explícita exhorta a Biden a que colabore con el cese de la represión dejando de apertrechar a la fuerza pública colombiana. Esta situación revela que si bien Colombia está en crisis internamente, también lo está en el plano global.
Piden el “cese de inmediato el suministro, la venta o la transferencia directa o indirecta de equipo” que está siendo utilizado para reprimir las protestas.
Pero esta exigencia de Amnistía Internacional no sería una condición permanente sino “hasta que las fuerzas de seguridad cumplan plenamente con el derecho y las normas internacionales sobre el uso de la fuerza”.