Bolívar advirtió que las presiones de las potencias de ultramar (Inglaterra, Holanda, Portugal, entre otras) estaban dirigidas a evitar la conversión de Venezuela en un “Estado pivote”, para contenernos era necesario que no tuviésemos peso, ni gravedad en el contexto internacional. Por tanto, toda la legislación Bolivariana fue ideada para sublimar al Estado Nación, hacer crecer su superestructura armónica, comunidad hombre-suelo en todas sus significaciones, pues una estructura estatal no puede determinarse desde afuera, pues corre el riesgo de convertirse en un montón de arena (Pérez Arcay).
La globalización de las relaciones internacionales impone nuevas formas políticas. Fricciones entre globalistas y soberanistas: aquellos que propician la constitución de un gobierno mundial enfrentados a quienes tratamos de impedirlo. Humanidad aplanada y homogeneizada, sin soberanía, pensamiento único, sin acción política y geopolítica inexistente.
Para lograr sus objetivos, estos ejes geopolíticos mundiales mutan y usan esa rotación para atacar Repúblicas soberanas: polo corporativo transnacional en connubio con instancias multilaterales presionan y supeditan la soberanía, interés sagrado nacional, a mandatos extraños.
Creemos firmemente que nuestro elan vital debe partir asumiendo que todo aquello que atente contra el interés nacional, socave o debilite nuestra soberanía e independencia, integridad territorial y autodeterminación ni es amigo, ni es aliado. La premisa fundamental debe ser el interés nacional, perseverar en nuestro ser de nación: territorio, población y gobierno, o el neoimperio corporativo global -empresas transnacionales y multilaterales- nos devorará.
Sólo sobrevivirán a esta conmoción planetaria geopolítica aquellas naciones que tengan un enraizado canon espiritual que irrigue hacia su colectivo su ética y moral. Una nación sin valores inmanentes profundos por los cuales luchar, orientarse y guiarse, estará destinada a desaparecer en esta hora difícil que vive la Humanidad.
Una nueva alianza interamericana en términos realistas y de respeto mutuo entre las naciones, aislados y desunidos, los globalistas, nos tragarán. Debemos expulsar del continente todas las fuerzas que pretendan dañar a las naciones que conformamos la América toda, la Patria es América.
MARÍA ALEJANDRA DÍAZ
Constituyente
Publicado en ÚN.