Donald Trump reclamó una parte significativa del mérito por el éxito electoral de Javier Milei en las recientes elecciones legislativas en Argentina. El presidente estadounidense se jactó del resultado ante un grupo de periodistas, asegurando que su apoyo resultó decisivo para la victoria del partido La Libertad Avanza (LLA).
“Fue una gran victoria en Argentina. Quiero felicitar al vencedor, que fue un gran vencedor y contó con mucha ayuda por nuestra parte. Contó con mucha ayuda. Le di un respaldo, un respaldo muy fuerte”, sostuvo Trump.
Trump se refirió así al apoyo que Estados Unidos proporcionó al mandatario argentino semanas antes de los comicios legislativos del domingo. Específicamente, el Tesoro estadounidense abrió una línea de swap o intercambio de monedas por US$20.000 millones. Trump celebró los resultados del partido de Milei, calificándolos de «inesperados» dada la magnitud del triunfo. Además, el presidente estadounidense se adjudicó parte de los méritos de la victoria, atribuyendo el éxito electoral también a otros miembros de su gabinete, como al secretario del Tesoro, Scott Bessent.
“Quiero felicitar al vencedor, quien fue un gran triunfador y tuvo mucha ayuda de nuestra parte. Le di un fuerte apoyo”, declaró Trump a la prensa. De esta forma, confirmó que el propósito electoral del histórico salvataje económico ofrecido a Argentina mediante un swap de US$20.000 millones buscaba claramente influir en las elecciones de medio término. “Fue una gran sorpresa obtener una victoria de esta magnitud”, dijo el mandatario. La noche del domingo, el partido oficialista LLA se impuso en casi toda Argentina con más del 40% de los votos, consolidando una victoria clave.
En su intervención, el republicano también dejó claro que la política exterior de Washington, comandada por el secretario de Estado, Marco Rubio, tiene su mirada puesta en Suramérica “de muchas maneras”. Actualmente, el comentario de Trump se centró en el supuesto combate de su Gobierno contra el narcotráfico. Este argumento ha servido como excusa a la Casa Blanca para desplegar acciones militares en el Caribe y endurecer la retórica contra países de la región, como Venezuela y Colombia. La administración estadounidense acusa a sus gobiernos, sin pruebas, de respaldar a los cárteles. «No queremos que las drogas sigan entrando a nuestro país», agregó Trump, ignorando que EE.UU. lidera el consumo mundial de sustancias ilícitas.
La agenda de Washington
Mientras la Casa Blanca ratifica su apoyo a países aliados, como Argentina y Ecuador, simultáneamente intensifica sus hostilidades contra Gobiernos que no se alinean con Washington. El fin de semana, Trump incluyó al presidente colombiano, Gustavo Petro, en la llamada Lista Clinton. A pesar de la controversia, la sanción señala a personas que Washington considera vinculadas con dinero proveniente del narcotráfico. Daniel Kovalik, abogado defensor del presidente colombiano, asegura que la sanción es ilegal y que podría afectar negativamente el comercio.
EE.UU. desplegó un amplio contingente militar en el Caribe y el Pacífico en agosto. Hoy, Washington realiza operaciones militares y bombardeos en aguas cercanas al territorio venezolano, usando el argumento sin sustento de combatir a los cárteles del narcotráfico. Para Caracas, la verdadera intención de Washington con esas maniobras es forzar un cambio político que le permita apoderarse de los recursos naturales del país. Nicolás Maduro ratificó que Venezuela está libre de cultivos de coca.
La presencia militar estadounidense ha desatado bombardeos contra pequeñas embarcaciones, acciones fuertemente criticadas por los gobiernos de naciones como Colombia, México, Brasil y Venezuela. Expertos de las Naciones Unidas también han señalado que se trata de «ejecuciones sumarias» contrarias al derecho internacional.
En un desarrollo relacionado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto este lunes para ratificar el acuerdo de asociación estratégica y cooperación con Venezuela. Finalmente, las recientes elecciones en Argentina no solo significaron un triunfo para Milei, sino también una oportunidad para Trump de reivindicar su influencia global y reafirmar su política exterior en la región.



