Por: María Alejandra Díaz Marín
En el contexto de los cambios generados a consecuencia del reseteo económico bajo la impronta del CoVid19 actuando como arma para afectar las cadenas producción, distribución y consumo, paralelamente se está realizando un desplazamiento paradigmático desde el momento unipolar hasta un orden mundial multipolar.
La debacle del petróleo como marcador energético civilizacional responde a esa realidad de desanillaje del patrón Fiat barril de petróleo vía FED, quien junto a Arabia Saudita conllevó al enriquecimiento fraudulento de corporaciones.
La corporatocracia globalista del estado profundo rigiéndose por su visión expansionista y la Bula papal de 1302 y la consecuente Ley de Almirantazgo, fundamento del derecho privatizador y saqueador, no se detendrán; son enemigos de dominio de recursos y territorios del Estado y agazapados desde ONU juegan a convencernos de doblegarnos en favor de la “casa común”, nuevo orden mundial global.
Élite pirata cuyo metabolismo es depredar y conquistar infinitamente subsuelo, aire, tierra y seres humanos: Cuius est solum eius est usque ad coelum et ad ínferos: el que posee una tierra posee todo lo que queda por encima y por debajo de ésta hasta el cielo y el infierno (Accursius)
Son el pantano neoliberal del que habla Duguin: “pandilla corrupta, pervertida y codiciosa de bánksters y destructores de culturas, tradiciones e identidades, fenómeno extraterritorial, como una red terrorista internacional, que está en todas partes y en ninguna parte. Ayer, el centro del pantano, su núcleo, estaba situado en los EE.UU. Hoy, ya no”.
¡Fuego al pantano neoliberal! ¡Somos millones los patriotas!. Obligarnos al desarrollo endógeno y alianzas con países soberanos, crear sistema de trueque intercambio fuera del sistema financiero FED, alianzas estratégicas desde el Sur Sur, con África quien desarrolla alternativas a la bolsa de metales de Londres. Monetización de los comodities, llegó la hora!
María Alejandra Díaz Marín
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