Francia vive actualmente una grave escasez de gasolina, generada por las huelgas de algunas refinerías en el país; hecho que mantiene en alerta a las autoridades.
En los últimos días, se han visto largas filas en las estaciones de gasolina, que incluso algunas han tenido que cerrar por falta de suministro.
Al respecto, el portavoz del Gobierno francés, Oliver Véran, indicó que la tensión durará «unos días», aunque se negó a admitir que haya escasez sí reconoció que existen problemas de aprovisionamiento en algunas regiones.
Véran indicó que solo el 15 % de las gasolineras del país ha tenido que colocar el cartel de «cerrado«, aunque esa situación se concentra en algunas regiones, como París.
Pas de pénurie, mais des tensions temporaires d'approvisionnement qui touchent environ 1 station sur 10.
En cause, une forte demande liée à des prix maîtrisés, et une grève qui affecte certaines raffineries.
Le Gouvernement suit la situation en continu avec les opérateurs. pic.twitter.com/jvaUPvKppy— Olivier Véran (@olivierveran) October 5, 2022
En París, solo el 10% de las gasolineras han afirmado tener dificultades para aprovisionarse de combustible; por lo que los usuarios están utilizando plataformas para reportar los problemas al intentar cargar combustible.
Las protestas se han dado en las plantas más grandes de Francia, controladas por TotalEnergies y Exxon Mobil, lo que ha provocado la escasez en 2 tercios de la capacidad del país.
Los trabajadores reclaman a TotalEnergies un aumento salarial del 10%, muy por encima de la inflación anual de 5.6%. El sector reclama que el aumento de los beneficios de la compañía son una causa para elevar sus ambiciones.
En ese sentido, alegan que las ayudas oficiales, de 30 céntimos por litro, y las ofertas de los distribuidores han aumentado la demanda en un 30% en las gasolineras de la firma.
Por su parte, el Gobierno francés para controlar la situación abrió las reservas estratégicas e incrementó, lo que aparentemente ha ayudado a mejorar la situación, pero las colas aún no desaparecen.
Los países de Europa tienen un panorama difícil de cara al invierno, en el que los cortes al gas ruso podrían generar una crisis energética.
De acuerdo, a un grupo de expertos rusos algunos países europeos quieren reducir el consumo de gas ruso entre 2022-2023; pero ven poco probable que lo puedan lograr.