Este 5 de diciembre el presidente de Francia, Emmanuel Macron se enfrenta a la primera gran huelga de su mandato, se espera que los sindicatos y numerosos colectivos, asistan a la masiva movilización en contra de la reforma sobre las pensiones y los salarios.
Según reseña la prensa local, en varias ciudades de este país, específicamente en París, se vive un ambiente social cada vez más tenso, ya que el proyecto del Gobierno francés de reformar el actual sistema de pensiones, ha logrado cristalizar el malestar de numerosos colectivos de trabajadores que, en las últimas semanas, se han ido sumando a la huelga general convocada para este jueves por los sindicatos del transporte para oponerse a la desaparición de los regímenes especiales de jubilación.
Igualmente, varios gremios como los abogados, personal sanitario, profesores, sector energético, refinerías, estudiantes, chalecos amarillos y otros, también secundarán una movilización que incluso el Gobierno prevé duradera.
Con esta acción los gremios aspiran a paralizar buena parte del país con afectaciones en el tráfico de trenes, metros, tranvías y buses y a partir de este viernes incluirán en la medida la interrupción total de algunos servicios y el cierre de estaciones.
? CIRCULATION DES TRAINS le 5 décembre ?
? Retrouvez l’info en temps-réel la veille dès 17h sur l’#AssistantSNCF ? https://t.co/eiZMVDEquX pic.twitter.com/XaesjkQ0PO— SNCF (@SNCF) December 3, 2019
De acuerdo con la Dirección General de la Aviación Civil, alrededor de 20% de los vuelos sufrirá cancelaciones. También en la educación un pronóstico indica que 40% de las escuelas primarias están cerradas y 7 de cada 10 maestros de ese nivel se apegaron a la medida para exigir al Ejecutivo que detenga la reforma consistente en fijar un sistema único por puntos que sustituya a los 42 sistemas de pensiones actuales.
Fuertes enfrentamientos con los Gendarmes han desatado una batalla que se ganará o se perderá en el campo de la opinión pública, ya que por el momento el Ejecutivo parte con desventaja porque, a pesar de que el 76% de los franceses defiende reformar el sistema de jubilación, el 70% apoya la protesta.