Fortaleza chavista Vs desmoralización opositora

¿Cómo llegamos al 16 de noviembre?

Todo comenzó el 10 de Enero del 2019, cuando fue juramentado Nicolás Maduro como presidente Constitucional de Venezuela para un segundo periodo consecutivo, luego de ganar las elecciones el 20 de mayo de 2018. Hecho que obtuvo el rechazo de los sectores opositores más reaccionarios y extremistas, quienes acusaron a Nicolás de “Ilegítimo” e “Usurpador”, haciendo el llamado; por una parte, a la comunidad internacional a desconocer el nuevo gobierno y por otra parte, asumir una agenda de lucha en las calles, a partir de ese momento .

Juan Guaidó aparece en la palestra pública asumiendo la presidencia de una Asamblea Nacional en desacato, juramentándose en una plaza pública de Caracas como Presidente “Interino” a, en medio de una efervescente multitud de venezolanos esperanzados en el joven político opositor, quien viene del partido político Voluntad Popular, un partido de derecha extremista y ultra conservador de Venezuela.

Mientras tanto Nicolás continua al mando del gobierno; tomando decisiones, nombrando ministros, ejecutando políticas sociales de protección al pueblo, tomando medidas económicas que  combaten las crecientes sanciones de los EE.UU. contra Venezuela. En pocas palabras segue siendo el presidente en funciones reconocido por las Fuerzas Armadas Nacionales y la mayoría del pueblo.

Este 2019 ha sido una constante lucha de poderes, por una parte la derecha extremista haciendo lobby internacional logrando el “Reconocimiento” de unos 50 países a su “Presidencia interina”, mientras organismos multilaterales como la ONU y países potencia como China y Rusia reconocen al gobierno electo, originando una serie de llamados a la calle por parte de Guaidó, llamados que han venido mermando con el tiempo, con críticas fuertes hacia su figura de “Líder” de la oposición. Oposición divida y fragmentada como nunca antes vista (diríamos más dividida que cuando Chávez).

El gobierno ha tomado partido en la contienda, haciendo llamados permanentes a las fuerzas revolucionarias que se han mantenido firmes y unidos bajo un liderazgo fortalecido y más allá, han mantenido firme la convicción que la Revolución Bolivariana es la única garantía de paz y prosperidad.

Hoy vimos en las calles de Venezuela, pero sobre todo en Caracas, llamados a movilizarse de parte y parte. Dichos llamados estuvieron acompañados de una expectativa creada sobre todo por redes sociales (los medios tradicionales ya no tienen incidencia en la política nacional), dicha expectativa en crecimiento por parte del Chavismo, que pareciera cada vez más confiar en el líder y confiar en las políticas económicas, mientras en los sectores opositores va en decadencia, solo hace falta leer los comentarios en las redes sociales de Guaidó cuando realiza algún llamado a las calles, los insultos, críticas y desilusión es la constante.

La oposición demostró falta de convocatoria, poco control de sus sectores radicales violentos quienes atacaron la sede diplomática de Bolivia y quemaron alguna que otra basura en la Francisco Fajardo sin ninguna incidencia masiva, ésta oposición que cada día crea más y más expectativas, con un financiamiento directo en Dólares por parte del gobierno de los EEUU se va quedando sin opciones, sin tiempo y sin dinero (o se lo robaron o se perdió).

Llega diciembre, Nicolás sigue siendo Presidente Constitucional, sigue llamando a las calles y las sigue llenando, continua siendo el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Nacionales y sigue propinándole derrotas a los sectores opositores radicales, ahora no solamente en las calles con las movilizaciones, sino que en el plano político vuelve hacerlo, logrando conformar una comisión de diputados representantes de Guaidó y de los otros sectores opositores más democráticos y pacíficos con diputados del PSUV para lograr un acuerdo nacional sobre el nuevo CNE (cuestión que está a pocos días de aprobar) y que resultará en una nueva elección de la Asamblea Nacional a la cual el Chavismo va unido y fortalecido y la posición va dividida y desmoralizada.

Como lo predijo Juan Guaidó “Después del 16 de noviembre vendrá el 17 de noviembre” y le agregamos, “Después viene navidad, Año nuevo y Nicolás seguirá siendo presidente.”

 

Fransay Riera: