Ficción capitalista y protofascismo | Por: Jorge Alemán
En su animado libro Ciencia ficción capitalista, Michel Niebla se ocupa meticulosamente en mostrar la conexión estructural entre las grandes obras y autores de la ciencia ficción moderna, los ingenieros de las nuevas corporaciones y la liga de los mega millonarios abanderados por Elon Musk.
El espíritu del nuevo capitalismo está siendo conformado por la pasión delirante de un grupo de exfreakies por los clásicos de la ciencia ficción de las obras modernas y contemporáneas y su encuentro con los ingenieros de las grandes corporaciones.
Lo que se puede deducir de este breve ensayo es que la secuencia literatura de ficción-ingenieros corporativos-mega millonarios, constituyen el soporte de una plataforma mundial que a través de un nuevo tipo de protofascismo se proponen transformar la estructura del ser hablante, sexuado y mortal.
El resultado que esperan de su experimento es el de una nueva especie que deje de envejecer, colonice nuevos planetas y abandone –para dejársela a los pobres–, la tierra baldía.
Este panorama confirma la tesis de Lacan sobre el discurso Capitalista. El capitalismo rechaza todas las experiencias de lo imposible, pulveriza los límites de lo que en psicoanálisis se denomina Castración, con el propósito de extraer el plus de goce sin obstáculo alguno.
A la ciencia ficción siempre le gustó la idea de jugar con los límites, incluso mostrar a toda la especie humana destruida por un empuje tecno-científico que no reconocía freno alguno. Ahora hay un nuevo giro político del tema, el partido de la ultraderecha mundial asume la propuesta como el último ejercicio de su reproducción y dominación.
Así como el deseo de Hitler se reveló finalmente como el deseo de destruir a la propia Alemania, del mismo modo, el fantasma protofascista de la liga de millonarios, se encontrará con puntos de imposibilidad y catástrofe por ahora incalculables.
JORGE ALEMÁN
JA.