Este lunes, inició en Nueva York el juicio civil contra el expresidente Donald Trump y 2 de sus hijos, acusados de haber inflado el valor de sus activos inmobiliarios.
Antes de entrar al tribunal, Trump aseguró que tratan de perjudicarlo e interferir en sus aspiraciones de regresar a la Casa Blanca. «Este caso tiene que ver con la interferencia electoral, simple y llanamente. Tratan de perjudicarme, para que no me vaya tan bien como me está yendo en las elecciones«, comentó.
Asimismo, afirmó que su juicio no es más que un «espectáculo de terror», dirigido por «una fiscal general racista». «Este juicio es una farsa», reiteró Trump antes de ingresar a la audiencia en la Corte Suprema del Estado de Nueva York, donde comparó en calidad de testigo.
🚨🇺🇸 Trump en la pausa de su juicio: "Todo el que hace negocios en el estado de Nueva York está loco, cuando tienes a una fiscal radical de izquierda como Letitia James, que es una desgracia para nuestro país, que fue electa bajo la promesa de destruir al presidente Trump, sin… pic.twitter.com/9GJpw56HBE
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) October 2, 2023
Fraudes reiterados
Por su parte, la fiscal general Letitia James, acusó al exmandatario de EE.UU. de «fraudes reiterados». Por lo que advirtió que «la justicia prevalecerá».
Vale resaltar que, el juicio contra Trump adquirió más relevancia luego que el juez Arthur Engoron, dictó que se había demostrado la existencia de «fraude continuado» y que la fiscalía general del Estado de Nueva York ya había demostrado que Trump y los directivos de su grupo había «sobrevalorado» su patrimonio entre 812 millones y 2.200 millones de dólares de 2014 y 2021.
En este sentido, el juez ordenó la revocación de los permisos comerciales en el estado de Nueva York de Donald Trump y de 2 de sus hijos, Eric y Donald Trump Jr., vicepresidentes ejecutivos de la Organización. Además, de la confiscación de las empresas objeto de la demanda, que se confiarán a liquidadores.
Aunque Trump no puede ser condenado a prisión por esta acusación, el juicio podría perturbar su campaña por la nominación republicana. Además, el magnate estadounidense y sus empresas podrían verse obligados a pagar altas sumas de dinero en concepto de daños y perjuicios por los beneficios que supuestamente han obtenido a través de sus prácticas comerciales fraudulentas.