Ex ministros de salud de Brasil denunciaron al presidente Jair Bolsonaro ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), específicamente con el Alto Comisionado para Derechos Humanos, por lo que consideraron un accionar «irresponsable» frente a la pandemia mundial de coronavirus.
CARTA EM DEFESA DA VIDA
Ex-ministros da Saúde manifestam indignação contra Bolsonaro e recorrem à OMS.
Leia a carta dos ex-ministros no link:https://t.co/LnOnnwxAlF pic.twitter.com/o1omZ5MlNo— Dilma Rousseff (@dilmabr) March 26, 2020
Los galenos acusan a Bolsonaro de violentar los derechos a la vida y a la salud y de ser responsable de un “posible genocidio”, por tratar tontamente la situación generada por la enfermedad, negar evidencias científicas, y llamar constante a ignorar la cuarentena social, recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este se convierte en un nuevo problema para el ultraderechista brasileño, después de lidiar con la renuncia del ex ministros de justicia, Sergio Moro, y que el fiscal general, Augusto Aras, solicitara al Trubunal Supremo abrir una investigación contra él producto de las acusaciones del ex ministro.
Cabe destacar que Brasil ha registrado en las últimas 24 horas 346 muertes a causa del coronavirus, según los datos suministrados por el ministerio de salud, por lo que el número total de fallecidos a causa de la pandemia se ha situado en 4.016. en total hay 58.509 casos confirmados.
A continuación la carta de los ex ministros de salud:
Como ex ministros de salud, expusimos nuestra indignación y total desacuerdo con la declaración hecha por el Presidente de la República, la noche del 24 de marzo, en la radio y televisión nacionales. Hemos visto al público denunciar los graves efectos nocivos de las posiciones defendidas por el Presidente de la República, que busca minimizar y tratar tontamente una pandemia de tales proporciones, que hasta ahora ha matado a más de 18,000 personas en todo el mundo.
El Sr. Jair Bolsonaro, el principal ejecutivo del Ejecutivo Federal, negó la evidencia científica que ha sido la base de las acciones del gobierno para combatir la pandemia de COVID-19 en todo el mundo y que defiende el aislamiento social como una acción de indudable relevancia para enfrentar la evolución de infección por coronavirus, reducen el número de infectados y, con esto, permiten ganar eficiencia en la organización de la red de atención médica y garantizan la asistencia a los casos más graves y reducen el número de muertes.
Preocupado por servir intereses estrictamente económicos, propone una dicotomía entre enfrentar la crisis de salud y la economía. Los países que lograron los mejores resultados son aquellos que lograron el aislamiento social, garantizaron la atención médica a la población y tomaron medidas para mantener los ingresos y activar la economía. Por lo tanto, no existe una dicotomía entre mantener la actividad económica y salvar vidas.
Al abogar por el aislamiento vertical, restringido a la población de edad avanzada y con comorbilidades, Bolsonaro considera que es posible encerrarlos en su hogar, sin ningún contacto con familiares, cuidadores, que se moverían libremente en un entorno totalmente favorable a la propagación del virus corona. Tal postura, además de desmovilizar a la población que ha estado haciendo su parte, siguiendo las pautas de la OMS, el propio Ministerio de Salud, gobernadores, alcaldes, la prensa y los líderes del parlamento, también perjudica irremediablemente el pacto federal y la autonomía. de tus seres queridos.
Las medidas implementadas por el Ministerio de Salud, los gerentes de salud, los técnicos y los profesionales del SUS no pueden faltar al respeto y deben ser defendidas. La vida de los trabajadores de la salud, actualmente expuestos a salvar a nuestra población, no puede relativizarse debido a los intereses de la economía.
Además, el presidente beligerante confronta y no respeta el trabajo relevante de la prensa y otros medios, aliados importantes en la difusión de información y clarificación de la población sobre COVID-19.
Su pronunciamiento puede resultar en una sobrecarga del sistema de salud brasileño con consecuencias trágicas, particularmente entre los grupos más vulnerables de la sociedad.
Es necesario que los líderes republicanos se unan para defender la vida. Primero, salvar a las personas, y luego salvar la economía.
Por nuestra parte, como ex Ministros de Salud, vamos a recurrir a la Organización Mundial de la Salud y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para monitorear la confrontación de la pandemia de Covid-19 en Brasil.
Estamos comprometidos a participar en los esfuerzos de la sociedad brasileña para proteger a nuestra población, independientemente de su condición económica y social y su grupo de edad. Nuestro deber es preservar la vida de nuestros ciudadanos.
EX MINISTROS DE SALUD DE BRASIL
Humberto Costa
José Saraiva Felipe
José Agenor Álvarez da Silva
José Gomes Temporão
Alexandre Padilha
Arthur Chioro
Marcelo Castro
