El Washington Post publicó un reportaje basado en más de 20 entrevistas a personas familiarizadas con la incursión marítima fallida en las costas venezolanas. Estas personas proporcionan detalles no divulgados sobre las discusiones de la oposición. Según la nota, secretamente la operación era llamada el “Plan C”: “una incursión armada para ubicar y capturar a Maduro”.
El articulo narra los hechos desde dos perspectivas: la de los conspiradores pro Guaidó, encabezados por Juan José Rendón alias “J.J. Rendón” y la del propio dueño de Silvercorp, Jordan Goudreau. Ambas son antagónicas entre sí respecto del plan mercenario contra Venezuela.
J.J. Rendón: “Goudreau intentó estafarnos”
Luego de las conversaciones sostenidas entre Goudreau y J.J. Rendón, el dueño de Silvercorp había confirmado tener 800 hombres listos para infiltrar Venezuela y “extraer” a Maduro. Silvercorp había sido la empresa que más económico había cobrado. Según Rendón, Goudreau llegó a la sala de su apartamento, el 7 de septiembre, “el comité” (designado por Guaidó para definir el Plan C) ya se había reunido con un puñado de posibles socios. Pero estaban pidiendo hasta 500 millones de dólares por el trabajo.
Goudreau, en cambio, propuso un plan autofinanciado con un anticipo y un pago mucho más modesto de 212.9 millones de dólares, una vez cumplida la misión. El dinero saldría del petróleo venezolano. Guaidó quien “había dicho que todas las opciones estaban sobre la mesa, y bajo la mesa también”, le dijo Rendón a The Washington Post. “Estábamos cumpliendo ese propósito”.
Pasadas reuniones, encuentros, mensajes de texto y conversaciones telefónicas (todas grabadas por ambos actores) ya para octubre, el plan había avanzado hasta el punto de un “acuerdo firmado”, que dependería de la financiación y otras “condiciones”. Rendón lo llama una prueba piloto. Sin embargo, los términos del acuerdo no dejan ninguna ambigüedad sobre el objetivo: “Una operación para capturar/detener/remover a Nicolás Maduro, eliminar el régimen actual e instalar al presidente venezolano reconocido, Juan Guaidó”.
Sin embargo, según narra el J.J. Rendón “poco después de firmar el acuerdo, Goudreau comenzó a actuar erráticamente. No pudo presentar pruebas del respaldo monetario que había afirmado tener preparado para financiar la operación y exigió el pago inmediato de un anticipo de 1.5 millones de dólares”. Ya para este momento el mercenario no había demostrado la existencia de los 800 hombres sin embargo Rendón le transfirió 50 mil dólares para “gastos”.
Goudreau: “Guaidó y J.J. Rendón nos traicionaron”
Para el ex boina verde y “veterano” de Iraq y Afganistán la situación estaba clara, él ya había ofrecido un “servicio” y firmado un “contrato”, conversado con los “dueños de la plata” y ya había avanzado en sus gestiones para cumplir. Según Goudreau le envió un mensaje de texto a Rendón el 10 de octubre que decía que “Washington está plenamente consciente de tu participación directa en el proyecto y no quiero que pierdan la confianza”.
“Esta no es una acción bélica, sino una acción policial”, afirmó Goudreau. “El mundo reconoce a una persona (Guaidó) como presidente, así que me contrataron para arrestar a la otra persona que ha estado usurpando el poder, Nicolás Maduro”.
Tras proporcionar seguridad en el concierto en la frontera del 2019, Goudreau entró en contacto con Clíver Alcalá, quien estaba viviendo en Colombia, organizando a exsoldados venezolanos en un plan para derrocar a Maduro. El plan del ex general era tomar Maracaibo y convertirla en epicentro para lograr la toma de Caracas, pero los planes cambiaron cuando conoció al mercenario norteamericano. Posteriormente se «entregó» voluntariamente a las fuerzas norteamericanas en Colombia quien lo acusaba de narcotráfico. Así se conoció de la firma del contrato entre Guaidó y los mercenarios.
Las cosas se salieron de control
Aquí es donde se juntan ambos planes de conspiración; el de J.J. Rendón y el de Alcalá, ambos aprobados y con conocimiento pleno de Juan Guaidó, quien los dirigía y financiaba, pero las cosas se salieron de control cuando, según detalla el artículo, el mercenario se aventuró a la invasión militar a Venezuela.
Según el Washington Post Rendón despertó el domingo con las noticias de la operación, dijo haberse quedado atónito. “Pensé, ‘¿están locos estos tipos?’”, afirmó. “Estaban chantajeándonos (por el dinero). Pensé, ‘guau, ¿realmente vas a llevarlo a este extremo?’”.
Los norteamericanos esperaban llegar a Venezuela y ser recibidos como “héroes” que llegarían a liberarlos de una “cruel dictadura”, pero se encontraron con una Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la resistencia del pueblo pescador en las costas venezolanas.
Finalmente, el diario norteamericano detalló que “Guaidó se negó a ser entrevistado para este artículo. A través de un comunicado, negó la existencia de cualquier contrato con Goudreau, y dijo que su “gobierno interino” no tiene conexión con la operación aparentemente en curso contra Maduro”. Pero todas las pruebas descritas y presentadas ampliamente se establecen la plena responsabilidad del autoproclamado en la acción bélica y terrorista.
