Ante un latente brote de viruela del mono, se han encendido algunas alarmas por temor a que se repita el escenario igual al vivido con la Covid-19. En este sentido, ya los expertos están explicando, que es una situación muy diferente de la pandemia pasada, pero que de igual forma, no podemos ser «complacientes» ni confiados.
En una entrevista a un medio europeo, los especialistas detallaron que aunque el brote de viruela del mono en varios países africanos es preocupante, la situación difiere de la que vivió el mundo hace tan sólo cuatro años con el Covid-19.
Sin embargo, urge responder al mpox, sobre todo porque siguen propagándose casos de una nueva variante probablemente más transmisible, especialmente en la República Democrática del Congo (RDC), y es probable que llegue a otros países.
En Suecia se ha confirmado un caso de esa nueva variante, el clado 1b, y esta semana se ha confirmado otro caso en Tailandia, ambos en personas que habían viajado a países con brotes.
Mientras tanto, las autoridades sanitarias europeas elevaron el nivel de riesgo para la región la semana pasada, días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el mpox emergencia sanitaria mundial.
La viruela del mono (mpox) no es igual a la COVID
La viruela del mono es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la viruela del mono que suele provocar erupciones cutáneas o lesiones entre otros síntomas, como fiebre o dolores musculares.
El virus fue declarado anteriormente emergencia sanitaria mundial en 2022, pero los expertos afirman que es muy diferente de la última crisis sanitaria mundial, COVID-19.
La preocupación es la variante 1b, que tiene una mayor tasa de transmisión de humano a humano. Dr. Shema Tariq, Directora de la investigación, University College London
«La gente no debería alarmarse en Europa por la posibilidad de que se repita una situación similar a la del COVID debido al mpox», dijo a ‘Euronews Health’ el Dr. Marc-Alain Widdowson, jefe de la OMS en Europa para patógenos de alta amenaza. El COVID-19, por ejemplo, es un virus respiratorio, mientras que el mpox es «bastante difícil de contraer», añadió.
«Se necesita un grado de contacto prolongado para poder contraerlo o un contacto intenso, como las relaciones sexuales [que han sido] el modo de transmisión predominante en Europa», explicó.
Una variante menos grave del mpox, conocida como clado II, sigue propagándose en los países europeos, y la OMS Europa calcula que se producen unos 100 nuevos casos al mes en la región.
Otra preocupación
Sin embargo, preocupa que el virus del mpox haya evolucionado con la variante 1b -la nueva cepa del virus, históricamente más grave-, extendiéndose a varios países africanos en los que antes no había casos.
Los expertos han dicho que es probable que sea más transmisible, pero que se necesita más información al respecto. «Ya hemos eliminado la variante II [en Europa], lo último que queremos es que se introduzca la variante I», afirmó Widdowson.
Pero mientras que el COVID-19 se propagaba más fácilmente entre la población como patógeno aéreo, el mpox requiere «contacto entre humanos, por lo que es más difícil de transmitir», dijo Tariq.
Widdowson añadió que el mpox es un virus al que los países europeos se han enfrentado durante los dos últimos años, por lo que saben cómo contenerlo.
«Pero dicho esto, no podemos dormirnos en los laureles y tenemos que asegurarnos de investigar y cerrar cualquier importación a la región», afirmó.
¿Es posible la eliminación del mpox en Europa?
Los expertos afirman que en Europa se perdió una oportunidad durante la última emergencia sanitaria para no eliminar por completo el mpox, pero que el nuevo enfoque mundial sobre este virus podría ayudar a revitalizar esos esfuerzos.
«Creo que ahora tenemos la oportunidad de examinar detenidamente nuestra respuesta, de pensar en vacunar a las personas que corren mayor riesgo de contraer la variante II, de estar realmente atentos a los casos, realizar pruebas y asegurarnos de que disponemos de diagnósticos adecuados para saber si estamos ante un virus variante II o de la variante I», declaró Tariq a la prensa.
Widdowson, por su parte, recomienda a los Gobiernos europeos que amplíen la vigilancia y comuniquen los datos de forma «rápida y transparente».
Esto incluye aislar a los pacientes, rastrear a sus contactos e investigar qué hace el virus.
En Europa, la variante II se propagaba con mayor frecuencia entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, pero el tipo puede afectar a diferentes grupos demográficos.
Sin embargo, la OMS no recomienda el cierre de fronteras ni restricciones a los viajeros, algo que, según Widdowson, puede contribuir a la estigmatización.
Las infecciones no tienen fronteras
Para Tariq, los brotes que se están produciendo en estos momentos ofrecen «lecciones muy importantes» sobre la equidad mundial en materia de vacunas. Se ha criticado a los países desarrollados por no compartir las vacunas de forma equitativa, especialmente durante la pandemia de COVID-19.
Compartir la información sobre patógenos a cambio del acceso a vacunas y tratamientos en los países en desarrollo es una de las cuestiones clave que han estado retrasando las negociaciones sobre un tratado mundial contra las pandemias.
En cuanto al mpox, la Comisión Europea anunció planes con la empresa farmacéutica Bavarian Nordic para suministrar más de 215.000 dosis de la vacuna MVA-BN contra el mpox a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, ha declarado que se han abierto 232 puntos de vacunación en el país y que el Gobierno francés también donará 100.000 dosis de vacunas a través de la Unión Europea a los países más afectados.
Sin embargo, según Widdowson, debería existir un mecanismo automático de suministro de vacunas.
La emergencia del mpox también pone de manifiesto que «las infecciones no tienen fronteras», según Tariq, de la UCL. «Vivimos en un mundo interconectado. No podemos ser complacientes y contener las infecciones allí donde se originan», afirmó.
No podemos esperar librarnos de la amenaza en Europa si [hay] brotes continuos y cifras elevadas en la RDC. Dr Marc-Alain Widdowson, Lead on high threat pathogens, WHO Europe
«Tenemos que apoyar a nuestros colegas en las regiones más afectadas para que puedan gestionar este brote, no sólo para sus poblaciones, sino también para las nuestras», añadió.