Engañifas y engañados

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¿Qué es un engañado? Depende del contexto. Esta respuesta no responde nada, pero tampoco te deja con la palabra en la boca. Eso se agradece.

En un pueblo, significa una cosa, a veces tan demoledora o burlesca que lleva al aludido a marcharse de por vida de la comarca. En la gran ciudad, el significado es más pasajero y sus efectos menos terminantes.

Nadie se va a mudar de Caracas o Nueva York por un engaño. En política, engañar o ser engañado es el alfa y omega de todo.

Julio Borges dijo que el diálogo en República Dominicana fue un engaño “¿De quién, papá?”, le interpeló Jorge Rodríguez. El autoproclamado de Trump desliza que se perpetra un engaño en Oslo y que no se dejará. Una de las frases ero-políticas más célebres del siglo XX –en una centuria de frases celebérrimas, como cuchillos- fue aquella de que “la banca nos engañó”.

La pronunció Jaime Lusinchi, quien honró los intereses de la deuda externa para que la banca internacional le prestara dinero fresco y esta le pintó una fresca paloma. Los insensibles distorsionaron su expresión y dijeron que Lusinchi dijo: “la Blanca me engañó”.

A Donald Trump no le gusta que su consejero de seguridad se deje engañar ¿Entonces Bolton, qué queda para los demás si tú te dejas? Le creíste y me hiciste creer a mí que nuestro hombre en Caracas controlaba la mitad de la Fuerza Armada.

A la hora de demostrarlo, aparecieron tres locos embistiendo el puente por Cúcuta con unas tanquetas y, para superar la epopeya, dos meses después, otros tres se alzaron con unas ametralladoras como las de Adelita y unos guacales de plátanos verdes cuya importancia estratégica todavía no me han podido explicar ni la CIA ni la DEA ¿Ah, Bolton?

O sea, el autoproclamado engañó a Bolton y este engatusó a Trump. De verdad, no es verosímil. Trump es sociópata pero no pendejo. Y su llamado “presidente encargado” puede mentir pero no tiene capacidad para el engaño, que es un arte.

Más creíble es que el sociópata de Washington lo mantiene engañado con eso de “presidente interino” y a él le dio por nombrar embajadores transitorios que, sin embajada y sin credencial, también se creen la vaina.

Para colmo, la ultra mayamera y los vengadores del teclado vociferan que el autoproclamado es otro engaño del régimen, la MUD y el exilio light.

Earle Herrera

 

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