El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, anunció este martes la realización inminente de un Encuentro Parlamentario del Gran Caribe. Este evento trascendental, planificado para los próximos días, reunirá a representantes de la región en un frente unido contra las crecientes amenazas de Estados Unidos. La iniciativa subraya la determinación de la región de proteger su soberanía y promover la paz, uniendo fuerzas en un momento crucial.
Rodríguez hizo el anuncio durante la Sesión Ordinaria de la AN del 21 de octubre. Inmediatamente, el jefe del Parlamento venezolano resaltó que esta convocatoria se integra a las acciones del Consejo Nacional por la Paz y la Soberanía, una entidad instalada recientemente en el país. De hecho, esta respuesta institucional surge directamente ante las agresiones militares y las tácticas de intimidación que Estados Unidos ha intensificado contra Venezuela y, por extensión, contra toda la cuenca del Caribe. Por consiguiente, la AN venezolana toma la delantera en la articulación de una respuesta diplomática y política robusta.
Además, el diputado Timoteo Zambrano, integrante de la Comisión Permanente de Política Exterior, enfatizó la amplitud de la participación esperada. Ciertamente, el encuentro convocará a países desde «la cuenca del Caribe, que viene desde México y que nos permite incorporar la costa Caribe colombiana». Zambrano puso especial énfasis en la situación actual de esta última, señalando que está «siendo agredida de manera implacable en este momento por la potencia de Estados Unidos».
El Despliegue Naval de EE.UU. en el Caribe: Un Patrón de Agresión Impune
Es más, esta agresión no es un hecho aislado, sino que forma parte de un patrón sistemático de injerencia que la región se propone desafiar de manera conjunta. Así pues, el objetivo principal es diseñar una estrategia de defensa común que garantice la estabilidad regional.
Por lo tanto, el contexto para este encuentro parlamentario se ha vuelto extremadamente grave. Hace más de un mes, la Administración del presidente Donald Trump autorizó un despliegue naval considerable en aguas del mar Caribe. Sin embargo, las acciones de esta armada han escalado peligrosamente. Este despliegue suma, hasta la fecha, cerca de 30 ejecuciones extrajudiciales, según fuentes locales, y ataques directos a pequeñas lanchas de pescadores.
Los incidentes más notorios han involucrado a ciudadanos de Colombia y Trinidad y Tobago. A pesar de la evidencia, EE.UU. intenta encubrir estas agresiones, haciendo pasar las embarcaciones de pescadores como naves vinculadas al narcotráfico, una narrativa que los gobiernos caribeños rechazan categóricamente. En primer lugar, los ataques violan el derecho internacional. En segundo lugar, socavan la seguridad de las comunidades costeras que dependen de la pesca para su subsistencia. Consecuentemente, la comunidad internacional debe tomar nota de estas violaciones flagrantes.
En resumen, este Encuentro Parlamentario representa un paso decisivo. Los parlamentos del Gran Caribe asumen la responsabilidad histórica de coordinar acciones concretas, demostrando que la unidad regional es la herramienta más efectiva para salvaguardar la paz, la soberanía y la autodeterminación de sus pueblos frente a las amenazas externas. Los países de la región reafirman su compromiso con la diplomacia de paz y el respeto mutuo, enviando un mensaje claro a Washington: la soberanía del Caribe no es negociable.