En Italia ya confían en la vacuna Sputnik V incluso antes de que el bloque europeo apruebe su uso de emergencia.
La Cámara de Comercio Ítalo-Rusa confirmó que cerró un acuerdo con el Fondo de Inversión Directa de Rusia para producir el antídoto.
Según lo pactado, Italia pudiera estar produciendo hasta 10 millones de dosis en el año y comenzaría a fabricarla a partir del mes de julio.
La empresa italiana a cargo de esta misión sería Adienne Pharma & Biontech, el cual sería ese “socio estratégico” que hacía falta para la producción local de la vacuna.
De acuerdo a Vincenzo Trani, presidente de le Cámara de Comercio Italo-Rusa, este paso es una hazaña de lo que es fundamental por encima de las rivalidades geopolíticas.
Trani habría dicho en declaraciones que esto “muestra que las empresas italianas pueden ver más allá de las divisiones políticas”; y al mismo tiempo es la revelación de que “es una prueba del buen estado de las relaciones bilaterales”.
Hasta ahora más de 45 países confían el fármaco ruso, el cual ha demostrado hasta ahora ser el más eficaz contra la covid-19.
Los estudios publicados en revistas médicas de prestigio internacional avalan que su efectividad supera el 91%, y adicionalmente es la más segura.
El tratamiento de la Sputnik V consiste en la aplicación de 2 dosis. La segunda se aplica 21 días después de inyectada la primera.
Este acuerdo de producción local en Italia de la vacuna rusa, además de resolver el problema de la escasez de vacunas, contribuirá a mitigar otro desafío no menor: el del desempleo en ese país.
En la actualidad Europa sostiene conflicto con algunas empresas productoras de vacunas por la demora en los despachos. Mientras tanto organismos como la OMS denuncian que los países más ricos, entre ellos hay varios de Europa, acaparan el 90% de los biológicos inmunizantes.