El Movimiento de París, “Chalecos Amarillos” cobró este sábado un nuevo impulso con las 18 protestas consecutivas en la capital de Francia, provocando disturbios y saqueos en comercios del centro de la ciudad.
Según la Prefectura de la Policía de París, van mediodía iban 44 detenciones por estos acontecimientos, y explicó que se han empleado cañones de agua y gases lacrimógenos contra los manifestantes en los emblemáticos Campos Elíseos.
Las autoridades reconocieron, que entre 7.000 y 8.000 han sido los manifestantes en la capital, quienes han levantaron barricadas en las calles y se han incendiado contenedores y vehículos.
#VIDEO | Policía francesa reprime a ciudadanos en París que protestan en la jornada número 18 contra las políticas económicas del presidente de ese país, Emmanuel Macron#Acte18 #EnDefensaDeLaPatria pic.twitter.com/BYvIohe6Vc
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Las consignas coreadas durante los actos por quienes han sido calificados por medios locales como «matones«, «radicales anticapitalistas» fueron «¡Emmanuel Macron, jefe de la estafa!» o «¡Vamos a registrar tu casa!».
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Igualmente, Christophe Castaner, ministro del Interior, denunció la presencia de «matones profesionales«, por lo que ha orientado a la Policía a responder «con la mayor firmeza».
«Los matones han venido a atacar París, Los ultraviolentos están ahí, responden al llamado a la violencia de algunos líderes de los chalecos amarillos. He dado instrucción de no dejar pasar nada«, apuntó Castaner
La Prefectura de Policía de París, había movilizado para este fin de semana 5.000 efectivos, un número superior a los desplegados en protestas anteriores, consciente de que la jornada es de alto riesgo y de que los chalecos iban a coincidir con la gran marcha contra del cambio climático. El Arco del Triunfo fue epicentro de los altercados en la capital, que las fuerzas del orden intentaron contener con cañones de agua y gases lacrimógenos.
Para el ministro, el movimiento de «chalecos amarillos ya no existe en la vida cotidiana«, sino que se trata de un movimiento que se retroalimenta con apenas 200 personas movilizadas.
Entre los incidentes registrados destaca el saqueo del histórico restaurante de lujo, Le Fouquet y de las tiendas de Hugo Boss y Nespresso en la zona de los Campos Elíseos. Además ha sido incendiado un kiosco de diarios.
Los disturbios llegan cuando el gobierno de Macron impulsa una ley para prevenir los altercados en las manifestaciones en el contexto de la crisis de los chalecos amarillos, a pesar de que el movimiento solo logró reunir a 29.000 personas en su decimoséptimo fin de semana de protestas solo 3.000 en París, la cifra más baja desde que comenzaron las marchas.
Esta décimo octava manifestación se consideraba crucial porque se cumplen cuatro meses de protestas y tuvo lugar un día después del final del Gran Debate Nacional impulsado en enero por Macron para atajar la que llegó a ser la peor crisis social y política que sufre Francia desde mayo de 1968.