Los tanqueros estaban a 2.200 kilómetros de la costa de Estados Unidos cuando el “Fortune”, bajo bandera iraní, entró en aguas venezolanas, desafiando el embargo y las amenazas. La República Islámica estaba enviando un mensaje en todas las direcciones.
El primer mensaje fue despachado a la administración estadounidense luego de que líderes árabes y del golfo verbalizaron un mensaje a los líderes iraníes: “Washington está determinada a detener los tanqueros que navegan hacia Venezuela”. Irán respondió a todos los mensajes recibidos diciendo que «sus tanqueros navegarán a Venezuela y si alguno de ellos es interceptado, Irán responderá en el Estrecho de Ormuz, el Golfo de Omán y en cualquier otro lugar donde le resulte conveniente».
“Estos cinco tanqueros -el Clavel, Fortune, Petunia, Forest y Faxul- son apenas el comienzo del suministro a Venezuela. Irán tiene el derecho de enviar sus tanqueros a donde quiera en el mundo y cualquier intercepción será considerada un acto de piratería y provocará una respuesta directa”, dijo un mandatario iraní que reveló la respuesta a la administración estadounidense mediante mensajeros.
“Irán decidió evitar el Cuerno de África porque el plan era que el primer tanquero llegara a aguas venezolanas el primer día de Eid al-Fitr (final del mes sagrado del Ramadán, y una de las festividades islámicas más importantes). El objetivo era compartir un día importante para el desafío de la República Islámica a Estados Unidos en su patio trasero y romper las sanciones impuestas a uno de los principales aliados de Irán. Es un mensaje para el Eje de la Resistencia: Irán no abandonará a sus amigos y aliados en ninguna parte del mundo no importa cuáles sean las dificultades, y está enfrentando directamente a Estados Unidos imponiéndole una nueva regla de enfrentamiento”, dijo la fuente.
Irán ignoró todos los mensajes amenazantes que provenían de Estados Unidos y le instruyó a sus cinco tanqueros a no atravesar el Cuerno de África sino por el Golfo de Adén, vía el Estrecho de Bab el-Mandeb, el Canal de Suez y de Gibraltar al Atlántico, donde la presencia estadounidense es fuerte e influyente. Esto redujo la distancia y puso a prueba las intenciones de la marina norteamericana. En simultáneo, Irán le informó a sus aliados sobre la disposición de enfrentar a Estados Unidos de irse formando una escalada en el horizonte, para que estos aliados dentro del Eje de la Resistencia estuvieran preparados para una confrontación más amplia, de ser necesario.
El “Fortune” llegó al Mar Caribe el primer día de Eid al-Fitr, el domingo 24 de mayo, con embarcaciones de la Marina norteamericana en las inmediaciones. Los tanqueros están trayendo más de 10 millones de barriles de petróleo pero también alquilato y repuestos para comenzar a reparar alguna de las ocho refinerías “fuera de servicio”; para habilitar a la Venezuela rica en petróleo a ser autosuficiente en el futuro. Las sanciones estadounidenses sobre Venezuela han paralizado sus refinerías y provocado escasez de gasolina, apuntando al derrocamiento de su presidente electo, Nicolás Maduro.
Irán está desafiando al gobierno de los Estados Unidos y considera una victoria que su primer tanquero llegue sin ser interceptado. Teherán considera este desafió a la autoridad estadounidense de una forma más significativa que derribando el drone más sofisticado de los Estados Unidos o bombardeando su mayor base militar en Irak, la de Ein al-Assad.
“Nuestros aliados solían preguntarse si Irán no está enfrentando a la dominación estadounidense cara a cara. De hecho, nos estábamos preparando para este día, y lo que más nos ayuda son las sanciones para forzar a este país para ser autónomo en muchos niveles. Hoy, Irán y sus aliados están equipados con una ideología fortalecida y motivación para encarar la hegemonía estadounidense, y suficiente apoyo financiero y militar avanzado para enfrentarse a Estados Unidos y sus aliados, ambos, dentro y fuera del Medio Oriente. Desde la Segunda Guerra Mundial los Estados Unidos no han tenido que enfrentar un desafío a su hegemonía similar al que Irán está representando, particularmente cuando el principal enemigo, Estados Unidos, cree que 40 años de sanciones y máxima presión están fracturando las capacidades de Irán. El Imán Jamenei informó a todos nuestros aliados que el apoyo militar y financiero a todos ellos incrementará y solventará las necesidades en Palestina, Líbano, Siria, Irak y Yemen. El Eje de la Resistencia ahora está listo y unido como un solo frente”, dijo la fuente.
Venezuela le pidió ayuda al presidente Vladimir Putin. Rusia dijo claramente que no estaba dispuesta a enviar embarcaciones cerca de la costa de Estados Unidos porque pudiera «apoyar» al presidente Trump provocando una falsa amenaza que pudiera llevar a un sentimiento de unificación nacional detrás de él. Este es el por qué Putin tuvo que rechazar la petición de Venezuela. Irán dio el paso al frente a la primera y estaba agradecido por la oportunidad de desafiar a Estados Unidos y devolver el apoyo que Venezuela le ofreció en 2008 cuando Irán lo necesitaba y se encontraba bajo sanciones pesadas que le impedían transferencias tecnológicas para construir sus propias refinerías. Desde entonces, Irán ha construido once refinerías (y tres más en Pars, Anahita y Bahman Geno que todavía están bajo construcción) y es considerado el tercer país en importancia en el mundo en Tecnología para Gas Licuado (GTL, por sus siglas en inglés).
Desde que Estados Unidos asesinó al general Qassem Soleimani en el aeropuerto de Bagdad, Irán le ha impuesto nuevas reglas de enfrentamiento. Su mensaje consiste en una respuesta inevitable contra sus enemigos si atacan Irán, y la amenaza de que ninguno de ellos quedará sin respuesta. Parece que Irán ya no está dispuesta a poner la otra mejilla y decidió tomar medidas especiales para responder a cualquier ataque contra sus tropas o intereses, incluyendo en Siria (más detalles sobre esto serán ofrecidos en otro artículo). Además, Irán y sus aliados han elevado el nivel de preparación al máximo en caso de que Estados Unidos decida atacar cualquier aspecto de los intereses iraníes, incluyendo la flotilla que se dirige a Venezuela.
Irán ahora no enfrenta directamente a Estados Unidos, y no está pidiéndole a sus aliados que hagan el trabajo en su nombre. El “tejedor de alfombras persa” esperó luego de 40 años de sanciones para llegar a este día, en el que su capacidad y preparación estuvieran completas.
Esto quiere decir que ahora Irán será más duro y severo, y que quedó manifiesto en la elección a un nuevo parlamento y un nuevo gobierno. El presidente Trump abusó y agotó todas las vías empleadas por el presidente Hassan Rouhani. Por lo tanto, cualquier nueva negociación entre Irán y Estados Unidos será muy difícil: existe una falta de confianza total en cualquier documento firmado por Estados Unidos.
Sea un republicano o un demócrata el que llegue a la Casa Blanca a finales de 2020, se quedarán esperando al teléfono muchos años si se imaginan que Irán tomará la iniciativa de llamar a Estados Unidos para una reunión. Ya no le tocará a Estados Unidos demostrarle a Irán que vale la pena llevar a cabo cualquier tipo de negociación.
Irán ha plantado raíces robustas en Afganistán, Palestina, Líbano, Siria, Irak y Yemen. Ahora se despliega hacia Venezuela y apoyará al presidente Maduro a defenderse de las sanciones y la hegemonía estadounidense. Se esperan que vengan más tanqueros en el futuro inmediato. Irán está ansiosa de enfrentar al presidente Trump y arrastrarlo a una confrontación a apenas meses de las elecciones. El mal manejo del coronavirus, el desplante de sus acuerdos con Rusia, su posición agresiva hacia China y la Organización Mundial de la Salud más su rechazo al acuerdo nuclear iraní son todas posibilidades sorprendentes para un desafío a su re-elección. Este es el por qué Irán se está preparando para más sorpresas para Trump: para demostrar que su política para el Medio Oriente está poniendo en juego la seguridad de Estados Unidos, sus aliados en Europa, el Medio Oriente y el resto del mundo.
ELIJAH J. MAGNIER