Este martes 31 de marzo, fueron reportadas 3.721 personas fallecidas en Estados Unidos por Coronavirus, excediendo las muertes reportadas en China. Así, se convierte en el tercer país, luego de Italia y España, con el mayor número de fallecidos a causa de la pandemia.
Mueren personas, pero también muere el sueño americano.
Quienes recibieron la pandemia en el imperio del mundo, viven en un enjambre de incertidumbre, entre el miedo de enfermar y tener que enfrentarse a un sistema de salud pública obsoleto y el miedo de ser parte del ejército de desempleados que surgió, como consecuencia de la perfecta aplicación del «neoliberalismo salvaje» (modelo bautizado así por Hugo Chávez, que ahora calza tan bien y sin discusión se hace visible en la presente realidad).
Sólo en Nueva York, han fallecido 1.550 personas por esta enfermedad. Cuentan con 75.795 casos tras registrar 9.300 nuevos contagios en un sólo día. Se estima que el pico de la pandemia tenga lugar en un período de 14 a 30 días.
La cuna del «sueño americano», aquella de las luces de neón siempre encendidas, la de la Estatua de La Libertad o el Central Park, en resumen, la protagonista de esa quimera del norte, hoy enseña el verdadero rostro del capitalismo. El que vendía la apariencia y la felicidad comprada en vitrinas, con una cerca pintada de blanco y grama recién cortada en el jardín, hoy es el infierno más salvaje para nativos y en especial para inmigrantes.
35 mil dólares son los cálculos para la “supervivencia del más apto”, pues la mano invisible del mercado ubicó en ese monto el tratamiento de cualquier paciente para combatir el Coronavirus. Hoy existen hospitales improvisados para los “sin techo” y un gobierno que ha dicho abiertamente que es prioridad la economía frente a las vidas humanas.
El número total de casos registrados en el país asciende a 184.183 personas. Mientras más de 100 millones de personas en Estados Unidos han sido llamadas a confinarse, las autoridades chinas levantan progresivamente la cuarentena en Wuhan, donde inició la pandemia.