La semana y el mes abren con acontecimientos trascendentales en la esfera internacional, no tanto por su alta carga noticiosa, sino más bien por el trasfondo simbólico que encierran estos eventos. El primero tiene que ver con la huida, cual rata que abandona el barco en pleno naufragio, del Rey emérito, Juan Carlos I de España. “Su majestad”, acorralado por las múltiples denuncias de corrupción y el manejo doloso de las finanzas públicas, tomó la decisión de ¿asilarse? en la República Dominicana.
A través de una cobarde comunicación le explica a su hijo, el Rey Felipe VI, que se marchó en vista de la repercusión pública que estaban causando “ciertos acontecimientos pasados de mi vida”. La verdad es que el señor está implicado directamente en un desfalco mil millonario, como cualquier político corrupto del mal llamado Tercer Mundo.
La sabia y docta Europa pone la cómica internacional. Y queda herido de muerte uno de sus símbolos más poderosos para adormecer a las masas: la realeza. Por su parte, la extrema derecha de aquí está desesperada, ha quedado en orfandad simbólica, si cabe el término. Sería interesante preguntarle al simpático holgazán ¿Y por qué no te entregas?
Cae otro rey, pero narco-paraco
Pero aún no hemos asimilado bien lo de la fuga sorpresiva del “Rey emérito”, cuando nos enteramos de la caída en desgracia de otro rey. Pero este monarca no es de “sangre azul”, más bien ha levantado su trono con el lucrativo negocio de la narco-política.
El rey del paramilitarismo y los falsos positivos, el “genocida innombrable”, Álvaro Uribe Vélez, se encuentra preso en su residencia. Estamos claros que en un país tan corrompido como Colombia esto no es garantía de que habrá justicia verdadera. Sin embargo, esta noticia representa un golpe noble a otro símbolo central de la dominación del stablishment mundial.
A Uribe siempre nos lo presentaron como un ejemplo de buena gerencia y mano firme contra el delito. Muchos incautos se comieron ese cuento. Pero hoy su reinado de horribles crímenes se desbordó. La estela sangrienta de muertes es demasiado evidente.
Las viudas de Punto Fijo de acá están muy tristes. María Corina Machado, no lo podía creer. Su héroe cayó en desgracia. Y es lógico que así sea, desde allá se han tramado casi todas las guarimbas e intentos de magnicidio frustrado contra los gobiernos legítimos de la Revolución Bolivariana. Uribe es el alumno más aventajado, sanguinario y servil del imperialismo norteamericano.
Triste mensaje, infame recadero
Y la guinda, como no podía ser de otro modo, viene del corazón del imperialismo norteamericano. Soberbio, supremacista, desesperado y decadente, como siempre. El representante de la Casa Blanca para los asuntos de Venezuela, Elliott Abrams, ha dicho amenazante que “trabajaran duro” para que el presidente Nicolás Maduro no complete este año en el poder.
Y ese trabajo duro en qué consiste, pues bien en intentar presionar, sobornar o chantajear a los dignos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Hasta lograr una conspiración militar. Este es el último recurso de los gringos después de haberlo intentado casi todo (guarimbas, bloqueo, guerra económica, apagón masivo, “gobierno de transición” y operación Gedeón, entre otras).
¿Así pretenden darnos lecciones de democracia? El próximo 6 de diciembre de 2020 les vamos a dar una verdadera clase magistral de participación democrática. Los payasos de aquí y sus amos imperiales, con sus símbolos fracturados, de allá y más allá, lo pueden ir anotando.
