El miedo pone a valer más al oro. El renovado aumento en los casos de contagios de coronavairus hace temer un nuevo golpe a la economía mundial, por lo que los inversionistas. ahora ponen sus ojos en el oro para proteger sus capitales en estos tiempos de pandemia. El oro tocó máximo histórico: ¿Venezuela más que nunca en la mira?
Ante esta situación, el oro cerró su máximo histórico en el mercado internacional con una cotización de 1.943 dólares la onza, una cifra que supera el tope de los 1.921 dólares agenciados en 2011.
Este precio pudo ser mayor, ya que en una parte de la jornada, de acuerdo a medios internacionales, el oro llegó a cotizarse en 1.955 dolares durante la sesión asiática.
Los analistas económicos aprecian este aumento en el precio del oro como una medida lógica y hasta predecible, ya que en momentos de incertidumbre financiera, los inversionistas buscan refugios seguros para proteger sus fortunas, y el oro es una de ellas.
Pandemia y tensiones geopolíticas
La crisis global del coronavairus ha impactado a las economías del mundo, y las proyecciones de los entes internacionales apuntan a una inevitable recesión que afecta el valor de las inversiones y la pérdida de millones de empleos en el mundo.
A la pandemia también se suman los temores por la continuación de la guerra comercial de EE.UU. en contra de China y que no ha dado tregua durante la pandemia.
A este enfrentamiento en el plano comercial se ha añadido una relación política tirante de Trump hacia Beijing. El episodio más reciente fue el cierre del consulado chino en Houston ordenando por Washington.
Beijing, en reciprocidad ordenó el cierre de un consulado norteamericano en una de las ciudades de ese país. A esta respuesta, el gobierno de Trump aconsejó a China a no responder con la política del «ojo por ojo».
En este tablero de desconfianzas servido por Washington para enrrarecer el plano internacional se suma también las acusaciones en contra de Beijing por ser presuntamente responsable de soltar «el virus chino».
Los cuentos de Trump
Trump se ha encargado de satanizar a China como supuesto responsable de la pandemia y al mismo tiempo como presunto operador de una conspiración mundial para vulnerar la seguridad de las comunicaciones a través de sus empresas.