A través de una carta pública que envió a sus empleados este lunes 20 de abril y que circuló por Internet, el multimillonario británico de 69 años de edad, Richard Branson, dijo que necesitará ayuda gubernamental para salvar sus aerolíneas Virgin Atlantic, con sede en Islas Vírgenes Británicas, y Virgin Australia, con sede en ese país oceánico.
Branson alega que a raíz de las restricciones de viaje en casi todos los países del mundo y la necesidad de cumplir confinamiento social para evitar contagio por covid-19, el sector aéreo y áreas asociadas, han sufrido un duro golpe.
Muchos se preguntan por qué no toma de su fortuna valorada para este 2020 en 4,3 miles de millones de dólares: «He visto muchos comentarios sobre mi patrimonio neto, pero eso se calcula sobre el valor de las empresas de Virgin en todo el mundo antes de esta crisis, no como efectivo en una cuenta bancaria listo para retirar», dijo el inglés, y agregó «no entra dinero y en cambio sí sale mucho».
Es así como el empresario, el mismo que financió el polémico concierto Aid live en Cúcuta, frontera colombo-venezolana, en apoyo al opositor Juan Guaidó, que pretendía ser presidente de Venezuela sin haber sido electo, este show business man, pide dinero público prestado para salvar dos aerolíneas de su conglomerado integrado por 360 empresas, Virgin Group.
En el caso de Atlantic, que vuela principalmente desde Reino Unido hasta América del Norte, el Tesoro británico se negó diciendo que ya le ha dado ayudas y ello debe ser suficiente. En lo que respecta a Virgin Australia, la segunda más grande de ese país que le da el nombre, este martes 21 de abril, tiene una deuda de unos 3 mil 200 millones de dólares americanos, pidió rescate al gobierno y como no consiguió acuerdo se declaró voluntariamente en concurso de acreedores.
Medios como El Economista.es, han informado que el multimillonario, para obtener liquidez, ha recurrido a lo que ha sido su feudo personal durante 40 años, Necker Island, una isla paraíso fiscal.
