En EE.UU. las cifras con respecto a la inflación de ese país cambiaron un poco en el mes de agosto. La Reserva Federal intentó enfriar la economía estadounidense pero no consiguió los resultados esperados, según los datos publicados este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales los cuales mostraron que la inflación llegó al 8,3% en agosto en comparación con el año pasado.
Los especialistas y economistas habían pronosticado un aumento anual del 8,1% pero para su sorpresa, los precios aumentaron un 8,5% en julio. Sin mencionar lo increíblemente brutal que han aumentado los precios de los alimentos y el gas. La inflación subió un 6,3 % interanual, más que la estimación de consenso del 6,1 % y un aumento con respecto a la lectura del 5,9 % del mes pasado.
Combustible y electricidad
La prensa local destaca que el índice energético subió un 23,8% en los últimos 12 meses y esto incluye el costo de la electricidad; la que al igual que en Europa, experimentó su mayor aumento anual (15,8%) en cuatro décadas, según los datos.
Otras categorías que vieron aumentos en agosto incluyen mantenimiento y reparación de vehículos de motor, con un aumento del 1,7%; seguro de salud, un 2,4%; y mascotas y productos para mascotas, un 1,6% más en el período de 30 días entre julio y agosto.
Por la inflación en EE.UU., los precios de la gasolina han caído durante tres meses consecutivos y ahora se ubican en un promedio nacional de $3.70 por galón, aunque existe una amplia variabilidad geográfica, con la mayoría de los estados occidentales todavía por encima de $4.
Por último, los precios de los alimentos se han mantenido obstinadamente elevados, subiendo un 11,4% en general, en comparación con el mismo período del año pasado. En ese mismo período, los precios de los alimentos a domicilio aumentaron un 13,5%, mientras que los alimentos fuera del hogar aumentaron un 8%.
Con información de agencias.
