A pocos horas de las elecciones se evidencian maniobras para desprestigiar las instituciones venezolanas, establecer un sistema de conteo de votos paralelo y anticiparse a los resultados, celebrar una victoria antes de tiempo y denunciar como fraude una potencial victoria del candidato Nicolás Maduro. Compartimos este artículo de la agencia de noticias Telesur en el contexto electoral que vive Venezuela.
La operación de deslegitimación del proceso electoral venezolano entró en una nueva fase este viernes, cuando acontecen en simultáneo varios hechos que apuntan a ensuciar la próxima jornada democrática que convoca al pueblo del país caribeño a elegir a su presidente el próximo domingo.
Las denuncias de irregularidades y de un supuesto fraude por anticipado se suma a la la presentación de encuestas de dudosa procedencia que ubican a la oposición como ganadora irrefutable no es una estrategia nueva para la oposición de extrema derecha venezolana.
Muchas de estos movimientos se asemejan a los acontecidos en 2014 y en 2017, cuando la derecha extremista renegó de la vía democrática y encabezó una escalada violenta, que incluyó las recordadas guarimbas como forma de protesta agresiva sumado a acciones terroristas -como el intento de atacar el Tribunal Supremo de Justicia desde un helicóptero perpetrado por un militar retirado- en el periodo que se prolongó desde abril hasta agosto de 2017 y que se saldó con la cifra de 127 muertos y miles de heridos.
Embarrando la cancha
El politólogo especialista en América Latina, Katu Arconada, reveló este mismo viernes una serie de conclusiones a la cual arribaron funcionarios del Departamento de Estado estadounidense y el Instituto para las Transiciones Integradas (IFIT).
Según Arconada, las partes arribaron a la conclusión de insistir en “mostrar en redes confianza en la victoria de Edmundo González”, aunque también expresaron sus preocupaciones por el aumento de la ventaja de Nicolás Maduro en las próximas elecciones y señalaron entre las causas el deterioro de la salud del candidato, el historial violento de la oposición y que “el pueblo venezolano no quiere nadie que busque ‘ganar y cobrar’, la gente quiere ‘ganar y gobernar’».
Según el politólogo, en esas reuniones el Departamento de Estado aseguró que no reconocerá la victoria de Maduro y que impondrá nuevas sanciones, a la vez que se activaron determinadas acciones para deslegitimar el proceso electoral en desarrollo.
El simulacro de vuelo
Una de estas acciones fue el fallido intento de un avión tripulado por expresidentes y ex vicepresidentes de extrema derecha de arribar a tierras venezolanas para oficiar de supuestos “observadores electorales”, iniciativa que contó con amplia difusión internacional pese a su intrascendencia.
La aeronave tripulada por personajes como el neoliberal Vicente Fox, el exmandatario boliviano golpista, Jorge Tuto Quiroga, como era de esperar fue impedida de ingresar a territorio venezolano dado que ninguno de los integrantes había sido invitado por el organismo encargado de supervisar el proceso electoral.
De hecho, el simulacro de viaje se realizó en el día del encuentro con cientos de observadores internacionales convocado oficialmente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y que contó con la presencia de quien fuese dos veces presidente de República Dominicana, Leonel Fernández y el expresidente colombiano Ernesto Samper.
“Cómo detener un golpe”
Este tipo de movimiento formarían parte de una estrategia que llevaría a que los señalamientos de fraude se cristalicen el mismo domingo, cuando la potencial victoria de Nicolás Maduro de las presidenciales serían denunciados como un “golpe de Estado” perpetrado por el propio vencedor de las elecciones.
Así lo señala la periodista Karen Méndez tras analizar el documento “How to stop a Coup” o “Cómo detener un golpe” por su traducción al español, realizado por el exfuncionario del Departamento de Estado y de la Usaid Mark Feierstein, quien cuenta con un largo historial como asesor en la “política” del Partido Demócrata estadounidense para América Latina.
En el documento publicado por el think-thank demócrata, Wilson Center, se plantea una hoja de ruta para lograr derrocar el proyecto bolivariano. En sus siete páginas, el texto señala como un logro estadounidense el hecho de haber unificado a la extrema derecha en una sola fuerza.
En su interior, indica como adecuado buscar el apoyo de la Unión Europea y Gobiernos como el de Colombia y Brasil para aplicar presión sobre la política venezolana a la vez que aconseja como necesario infiltrar el Consejo Nacional Electoral y las Fuerzas Armadas Bolivarianas para poder minar el apoyo institucional que respalda al Gobierno chavista para que ignoren los llamados de las autoridades a reponer el orden legal y la paz en las calles, en caso de que la oposición recurra a acciones violentas, tal y como ocurrió en Bolivia en 2019.
Feierstein, pieza clave en la guerra sucia contra los sandinistas en Nicaragua en los años 90 en el golpe de Estado contra Fernando Lugo en Paraguay, también menciona como posibilidad que la oposición reciba las copias de las actas de votación y con ellas realizar un conteo rápido y proclamar al ganador antes de los resultados del CNE, lo cual deberá ser acompañado inmediatamente de declaraciones públicas de reconocimiento como presidente al Edmundo González Urrutia.
Otro punto señalado por el documento ya había sido anticipado por el jefe de campaña del chavismo, Jorge Rodríguez, quien denunció que la extrema derecha instalará un centro de operaciones en Miami para desconocer los resultados oficiales de igual manera que Feierstein indica que ante cualquier retraso del CNE en el conteo de votos Washington activará una cascada de condenas Internacionales.
El chavismo también juega
En la misma línea, Rodríguez mencionó como una señal de la implementación de ese plan las declaraciones del representante de la PUD, Biagio Pilieri, quien afirmó que solo admitirán como válidos los votos reflejados en sus propias actas, dando a entender que los resultados oficiales serán desconocidos.
Sin embargo, la estrategia de incluir la publicación temprana y extraoficial de resultados –no permitidas en Venezuela- y declarar vencedor al candidato opositor, para después denunciar fraude cuando los resultados digan lo contrario no es nueva para el chavismo que ha enfrentado estrategias similares, como cuando la ONG Súmate, organización creada por María Corina Machado, fungió como un CNE paralelo para desconocer los resultados.
Una nota pertinente es que en similitud a aquella ocasión, en las elecciones en desarrollo, la Plataforma Unificada Unitaria (PUD) creó “los comanditos” con el objetivo de “cuidar la victoria de Edmundo González a boca de urna».
Mientras, Washington juega sus fichas, y al finalizar el viernes la agencia británica Reuters informó que desde la Casa Blanca manifestaron estar listos para ajustar su política de sanciones a Venezuela de acuerdo al resultado de las elecciones que se celebran este domingo en el país sudamericano. «Estamos preparados para calibrar nuestra política de sanciones a medida que se van desarrollando los eventos», manifestó según la agencia un representante del Gobierno estadounidense en rueda de prensa.
Rodríguez indicó que “es curioso que uno de los 10 candidatos ya esté montando toda una patraña para decir que hubo fraude en las elecciones porque ellos y nosotros sabemos cuáles son los verdaderos sondeos, todas estas agencias internacionales se encargan de montar una mentira para sobre esa mentira afectar y atacar el proceso electoral venezolano”.
Y remató: «Nosotros sí vamos a reconocer el resultado del CNE, y después de que el CNE dé su primer boletín nos vamos a ir a las calles de toda Venezuela a defender nuestra victoria hasta con nuestra propia vida».
Una vez cerrada la campaña, este viernes fue el turno de la instalación de las mesas electorales en los centros de votación y la auditoria puesta cero de los centros nacionales de totalización con participación de las autoridades electorales, así como también los testigos de todas las fuerzas políticas según lo establecido por el cronograma comicial establecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Sin embargo, cuentas de la oposición han publicado supuestas irregularidades en la instalación de las mesas: Zulia y Táchira iniciaron. Sincronizadamente desde las 08H00 hora prevista para la instalación de mesas, cuentas opositoras comenzaron a alimentar el relato de fraude electoral. Casualmente las denuncias se originan en centros de clase media o en entidades de alta población votante.
Las denuncias difundidas a través de las redes sociales señalaban que las fuerzas de seguridad impedían la entrada de supuestos testigos opositores a los centros de oposición, todo lo cual fue viralizado en las redes sociales.
Sin embargo no fue presentada ninguna denuncia formal ni pruebas, mientras que si fue denunciado el intento de ingreso de personas que no habían sido debidamente registradas a los centros de votación.
Más allá de eso, la suma de las denuncias en redes sociales representan un pírrico porcentaje para el total de 15.797 centros electorales activados y más de 30 mil máquinas habilitadas para el evento electoral del 28JUL: La idea es sembrar dudas desde el arranque de la última fase del cronograma electoral.
El fraude anticipado
Lo que digan nuestras actas que es la voluntad del pueblo de Venezuela, por supuesto la vamos a respetar y estamos más seguros que nunca que esas actas van a a decir que Edmundo González es el presidente electo el próximo 28 de julio».
Con ese mensaje la oposición dio a entender que desconocerán los resultados oficiales, algo que no es nuevo pero no por ello menos grave. La acción fue denunciada por Jorge Rodríguez
Rodríguez definió la estrategia opositora de denunciar el fraude anticipadamente de la siguiente manera: “significa dos opciones o es un adivinador o adivina el futuro o sabe ya que perdió y está recurriendo a subterfugio para no reconocer los resultados electorales y eso no es nada nuevo Lamentablemente hay un sector que siempre persistentemente tiende a dirigir sus derroteros a la violencia”
A propósito de estas manifestaciones, el Ministerio Público de Venezuela inició una investigación en base a la consideración de que “Quien instigue o promueva en la usurpación de funciones exclusivas del Consejo Nacional Electoral (CNE), incurrirá en Delito.”
Otras señales
Además de la enunciación explicita de que no serán tenidos en cuenta los resultados oficiales, la extrema derecha ha dado múltiples señales de este desconocimiento. Una de ellas provino directamente del propio candidato presidencial de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, quien se reusó a firma el compromiso signado por el resto de los contendientes a dar su reconocimiento a lo que determinen los comicios del domingo.
Rodríguez denunció públicamente que este centro, montado por un familiar de Magalli Meda, gerente de Planificación Estratégica de la organización de extrema derecha Vente Venezuela, tiene como objetivo emitir declaraciones de fraude el día de las elecciones presidenciales, programadas para el 28 de julio.
Dicha estrategia revela una clara intención de deslegitimar el proceso electoral desde el extranjero. Al establecer un centro en Miami, los sectores extremistas buscan crear un discurso paralelo que contradiga los resultados oficiales emitidos por el CNE. Rodríguez subrayó que este centro se conectará a lo que ellos denominan una «transmisión oficial», la cual no tiene ninguna relación con el organismo electoral venezolano.
Lo que dicen las encuestas
En el antes referido discurso, El presidente de la Asamblea Nacional se refirió al uso de encuestas en cuanto a la preparación de una posible derrota inminente y por tanto, insinuar que una victoria chavista sería obtenida solo mediante el fraude.
La estrategia utilizada en elecciones anteriores busca en base a encuestas falsas (mencionar casos con margen de error) a partir de difundir encuestas que conceden ventajas contundentes a líderes opositores y ningunean sondeos que dan victorioso al oficialismo, sientan en la opinión pública internacional la idea de un inminente triunfo opositor que solo puede ser evitado por medios no lícitos.
Un análisis más profundo de estos sondeos evidencia una serie de inconsistencias que cuestionan su veracidad y su intención de reflejar la realidad del electorado venezolano. Francisco Rodríguez, economista y asesor de la oposición, ha reconocido que las encuestas estarían sobredimensionando el voto opositor, lo que sugiere una manipulación deliberada de los datos para crear una percepción favorable a su candidato.
Además, es importante destacar que mientras medios privados y extranjeros han impulsado la difusión de estas encuestas cuestionables, también han desestimado otros sondeos, como los de Hinterlaces, ICS, Dataviva e Ideadatos, que proyectan al presidente Maduro como ganador.