Escribir sobre un personaje tan emblemático y controversial, pero a la vez tan humilde y formado, como fue Alí Rodríguez Araque es difícil, pero necesario en este momento histórico que vive Venezuela, y para ello es necesario comenzar citando al Comandante Hugo Chávez en el prólogo del libro del “Comandante Fausto” titulado «antes que se me olvide» donde lo describe como:
“Un revolucionario carta cabal, un revolucionario de consciencia y de hecho y probado en los más diversos terrenos”.
De Guerrillero a Diplomático y experto petrolero:
Años 60 y 70 del siglo pasado: Adoptó el nombre de guerra “Comandante Fausto” en la guerrilla venezolana, desde donde fue experto en explosivos y estudioso de la industria petrolera. Anteriormente a estos años, luchó contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, para luego ser un guerrillero contrario a las políticas neoliberales y al Bipartidismo impuesto por el Pacto de Punto Fijo, desde donde se traicionó al pueblo.
1983: Decide dejar las armas a un lado, luego del proceso de «pacificación» de Rafael Caldera y se suma a la lucha política “legal”, sin embargo fue uno de los últimos en hacerlo. Se incorpora a las filas de la Causa R para posteriormente fundar junto a otros líderes comunistas y revolucionario el Partido Patria Para Todos.
1992: Se suma a la insurrección militar del 4 de Febrero.
1998: Participa activamente a la campaña electoral de Hugo Chávez y fue uno de los artífices del posterior triunfo de la Revolución Bolivariana.
1999: Fue designado ministro de la energía.
2000: Elegido secretario general de la OPEP, siendo el actor principal en la famosa gira por los países petroleros, realizada por el Comandante Chávez donde se alcanzó el acuerdo histórico de la organización petrolera, que logró rescatar el precio del crudo.
2002: Asume la presidencia de Petróleos de Venezuela (PDVSA), desde donde enfrentó el Golpe promovido por la “meritocracia” enquistada en la directiva de la empresa, siendo precursor del rescate de la misma.
2004: Chávez lo designó Ministro de Asuntos Exteriores, representando a Venezuela en la ONU y la OEA, desde allí, dirigió los esfuerzos diplomáticos y políticos en la lucha contra la imposición del ALCA y promovió el nacimiento del ALBA.
2006: Se alista como Embajador de Venezuela en La Habana, Cuba. También dejó las filas del PPT y se sumó activamente a la conformación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
2008: Regresó al gabinete ministerial del presidente Chávez como Ministro de Economía y Finanzas.
2010: Fue nombrado Ministro de Energía Eléctrica, desde allí enfrentó la crisis producto por fenómenos naturales, lo que lo obligó a tomar medidas de racionamiento eléctrico.
2012: Ocupó la Secretaria General de la UNASUR, donde fue un actor fundamental para su fortalecimiento como organismo multilateral.
2014: Regresa como embajador de Venezuela en Cuba, responsabilidad que ocupó hasta su muerte en el año 2018.
Chávez sobre Alí Rodríguez Araque
“He tenido en él aun magnifico colaborador que siempre ha demostrado ser un hombre de las dificultades, basta con recordar su brillante actuación al frente de PDVSA, enfrentando resueltamente el paro petrolero de diciembre y enero de 2002-2003 y convirtiéndose en unos de los artífices de aquella gran victoria popular”
“…su desempeño como servidor público de primera línea, ejerciendo diversos cargos en el Gobierno Bolivariano, en fin, uno de todos y el mismo Alí, testigo y partero de la patria socialista, de la patria libre, soberana e independiente”
“Los sueños, los irrenunciables sueños de siempre, se están haciendo realidad y tú, hermano mío, has contribuido grandemente a que así sea. Por eso mismo, la gratitud te es tan debida como la admiración”.
Vuelve el Comandante Fausto a PDVSA:
El Presidente Nicolás Maduro levanta las banderas de la lealtad y eficiencia creando una comisión encargada de revisar y reestructurar a la empresa petrolera nacional y elige el nombre de Alí Rodríguez Araque, para sintetizar las tareas del rescate de la producción petrolera, los beneficios de los trabajadores como respuesta a las presiones impuestas a la empresa por parte del gobierno de Trump.
El Presidente Maduro destacó que en: “Un país como Venezuela debería estar produciendo cinco o seis millones de barriles, de acuerdo a lo que fue el Plan de Siembra Petrolera”, sin embargo, en los últimos años la producción petrolera venezolana ha venido decayendo, producto, en primer lugar, de las sanciones impuestas por los EE.UU. y en segundo lugar por el robo encabezado por funcionarios corruptos hoy presos o prófugos de la justicia; y también, por la ineficacia e ineficiencia y en algunos casos, indolencia de los directivos que hoy están frente a la industria.
Por otra parte destacó que: “Hay que restituir los derechos contractuales como los comedores, las condiciones de trabajo. Urge garantizar la estabilidad contractual para avanzar en lo productivo” siendo los trabajadores petroleros también afectados por el embate de la Guerra Económica; híper inflación y salarios que se diluyen en el mercado especulativo, haciendo necesario rescatar la moral de la clase obrera petrolera como principal motor de la producción.
¿Por qué PDVSA?
Una de las acciones que no le perdona la oposición al Comandante Chávez, fue el rescate de la PDVSA de una clase empresarial que siempre sintió el “Derecho Divino” de gobernar sobre la industria; que cuando la Revolución bolivariana colocó el eslogan “PDVSA ahora es de todos” le agregó signos de interrogación. Estamos hablando literalmente de la lucha de clases; una que pretende distribuir la riqueza generada por el petróleo y otra que busca entregar las riquezas al imperialismo norteamericano y a las pocas familias poderosas de Venezuela.
Por lo que el nuevo “rescate de PDVSA” pasa necesariamente por tres aspectos: el rescate de la producción de barriles de petróleo por día, la diversificación de la producción en los derivados del petróleo y el empoderamiento del pueblo de su principal garantía de vivir bien.
Ardua tarea llevar el nombre de Rodríguez Araque, en una comisión que venga por un nuevo rescate de nuestra industria, corresponde impregnar del espíritu de trabajo, mística y alta moral revolucionaria de ese hombre que entregó su vida por las causas mas justas, pero sobre todo por su lucha con el comandante eterno por nuestra definitiva independencia.