Estados Unidos está decepcionado con sus aliados europeos porque no le acompañaron en el Consejo de Seguridad de la ONU en la misión de extender el embargo de armas a Irán.
Washington si bien se salió en 2018 del Pacto Nuclear con Irán, pretende actuar contra Teherán como si todavía formara parte del acuerdo.
Elliott Abrams, el enviado especial de EE.UU. para desestabilizar a Irán y Venezuela, confesó esta sensación diplomática en una rueda de prensa en donde dijo estar “sorprendido” y también “decepcionado”.
Este fracaso internacional de la administración de Trump ha querido ser convertida por Abrams en una derrota compartida con Europa, a los que culpó de “no tomar una acción para poner en marcha nuestra decisión de reactivar automáticamente todas las sanciones contra Irán”.
Unilateralismo Made in Usa
Pero fieles a la recia tradición unilateral estadounidense, el funcionario espera que los aliados del viejo continente “mantenga una buena cooperación” para hacer efectivo el embargo contra Irán a pesar de no haber sido aprobado en la ONU.
Los amigos europeos de EE.UU. que no le acompañaron en la maniobra contra Teherán son Alemania, Reino Unido y Francia.
Para los analistas internacionales, la maniobra desesperada de Washington de renovar unilateralmente el embargo de armas a Irán busca desesperadamente debilitar el potencial defensivo de la nación persa; la cual ha conseguido a pesar del bloqueo, desarrollar una capacidad propia al servicio de sus intereses militares.
EEUU ya no mete miedo
Sobre esta mala racha de la diplomacia del bloqueo norteamericano, el líder militar iraní Hosein Salami se refirió a EE.UU. como “un enemigo podrido por dentro y aislado por fuera”.
Sobre la renovación unilateral de EE.UU. de las sanciones de la ONU contra Irán, Mike Pompeo amenazó con bloquear a los países que se salten las restricciones; abrogándose la interpretación y la aplicación del derecho internacional.
