El Departamento de Tesoro de Estados Unidos eliminó de su lista de sancionados a un broker petrolero vinculado a transacciones con Venezuela.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros publicó un documento en el que mostró una actualización de sus designaciones vinculadas a Venezuela.
El ente estadounidense eliminó al broker petrolero identificado como Philipp Paul Vartan Apikian, que fue sancionado en 2021, junto a otras compañías petroleras.
A Philipp Paul Vartan Apikian la sancionó el expresidente estadounidense Donald Trump. Por sus supuestos “vínculos con una red que intenta evadir las sanciones de Estados Unidos contra el sector petrolero de Venezuela”.
La actualización también se extiende a la compañía Swissoil Trading SA, propiedad de Vartan Apikian.
En 2021 la OFAC sancionó a 14 entidades y seis embarcaciones; por sus supuestos vínculos con una red que logró evadir las sanciones estadounidenses al sector petrolero venezolano.
El pasado 21 de junio, un grupo de congresistas estadounidenses envió una carta al secretario de Estado Antony Blinken y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, para mostrar su preocupación por el impacto de las sanciones en Venezuela.
En la misiva instaron a la Administración de Joe Biden a levantar la política de “máxima presión” que venía de la gestión de Donald Trump.
Los firmantes señalaron que este tipo de sanciones son ineficaces para lograr sus objetivos. Por el contrario, son profundamente incoherentes desde un punto de vista de los derechos humanos.
Presión para levantar sanciones a Venezuela
Recientemente, también se conoció que el Grupo de Boston presionó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que negocie con el mandatario nacional Nicolás Maduro, el levantamiento de sanciones a la industria petrolera.
De acuerdo a un reportaje publicado por el diario español ABC, el coordinador del Grupo de Boston Pedro Díaz Blum, envió un documento al mandatario estadounidense con una propuesta clara sobre Venezuela.
El documento, de 4 páginas, plantea reactivar las ventas de petróleo y canalizar los ingresos a una cuenta de depósito en garantía para pagar programas humanitarios que estén supervisados por las Naciones Unidas.