La secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, reconoció nuevamente que las sanciones impuestas por el país norteamericano están provocando que otros países busquen alternativas al dólar.
Durante su comparecencia ante el Comité de la Cámara de Servicios Financieros de EE.UU., Yellen reconoció que muchos países tienen temor de salir dañados por las sanciones impuestas por Estados Unidos. Ante lo que afirmó que esto ha hecho que busquen alternativas a su situación con otras monedas.
«No es sorprendente que los países que temen verse afectados por nuestras sanciones busquen alternativas al dólar. Es algo que simplemente cabe esperar»; declaró la funcionaria estadounidense.
A su juicio, para otras naciones “no será fácil” idear una manera de eludir el dólar, tras alegar que ningún otro país es capaz de replicarlo, “ni siquiera China”.
Yellen explicó que el dólar seguirá intacto por mucho tiempo, por su papel como moneda de reserva en las transacciones internacionales y en el sistema financiero mundial.
Según la representante estadounidense, tienen mercados financieros líquidos y abiertos, un fuerte estado de derecho y una ausencia de controles de capital que ningún país puede replicar.
Esta no es la primera vez que la secretaria del Tesoro admite el impacto negativo de las sanciones estadounidenses al dólar. El pasado abril, advirtió lo contraproducente que son las medidas económicas, dado que ponen en peligro el estatus del dólar como moneda global.
Su pronunciamiento surge debido a que cada vez más países le dan un espaldarazo al dólar en sus transacciones comerciales. China, Rusia, Irán y Brasil ya han manifestado su interés de utilizar otra moneda que no sea la divisa estadounidense para sus pagos transfronterizos.
Incluso, Pakistán e Iraq ya optaron por otras monedas para estos pagos. En el caso de Islamabad canceló su primer suministro intergubernamental de petróleo ruso en yuanes. Mientras que Bagdad prohibió el uso del dólar estadounidense en las transacciones comerciales.
